Blanco, súper eficaz, desatasca la A6

Siempre estamos igual, la derecha extrema aprovecha cualquier circunstancia meteorológica para cargar contra el gobierno de Zapatero y atribuirle culpas que no son suyas. El PP saca rédito político de la desgracia de miles de conductores a los que cinco centímetros de  nieve y no José Blanco ni Zapatero dejaron atrapados durante horas sin que fuesen atendidos por culpa de la inacción de Esperanza Aguirre que los dejó allí tirados.

El hecho constatable en todos los medios es que gracias a la eficacia del departamento de Fomento dirigido por José Blanco el caos provocado por la gran cantidad de nieve caída se solucionó rápidamente en cuestión de horas. Se puso en marcha un gran dispositivo que logró con prontitud y sin la ayuda de la señora Aguirre restablecer la circulación en ambos sentidos de la autovía A6. Tras esta rápida y eficacísima labor del equipo comandado por el señor Blanco, han salido los lobos de la extrema derecha a carroñear como en ellos es habitual.

El que la responsabilidad sobre la autovía A6 corresponda al Gobierno de Zapatero y más en concreto al ministerio de Fomento no significa que la señora Aguirre pueda escaquearse de sus culpas echándoselas al gobierno central, porque, ¿de dónde salieron lo coches que bloquearon todos los accesos impidiendo el trabajo de las máquinas quitanieves del señor Blanco?, pues salieron de Madrid, y Madrid es competencia del PP.

Debemos estar agradecidos a la eficiente labor del señor Blanco, siempre pendiente de resolver los problemas allá donde se presenten y eso es lo que ha hecho en la autovía A6. No ha habido ni un solo herido, no ha habido ni un solo fallecido, y todo gracias a la coordinación de los equipos de trabajo llevada a cabo por el súper eficaz señor Blanco.

La herencia de Aznar es la que origina que este país no esté preparado para enfrentarse a cinco míseros centímetros de nieve y todo porque en lugar de preocuparse por los problemas del país, Aznar se dedicó a ponerse de rodillas ante Bush, a meternos en la Guerra de Irak y a inundar las costas gallegas con el petróleo del Prestige, y luego pasa lo que ha ocurrido, que 5 centímetros de nieve dejan atrapados en la fría noche a decenas de miles de conductores en Madrid.