Errores de medicación, horrores ocultos.
Publica hoy El País una noticia sobre un error de medicación ocurrido en la sanidad catalana que ha originado un muerto y una cantidad no especificada de contagios de hepatitis C. Esta es una cuestión que no se trata nada o casi nada en los medios de comunicación y que sin embargo origina muchas muertes al año, rondan las mil y pico. Este tipo de errores se han convertido en auténticos horrores ocultos porque no se ponen los medios para atacar de frente el problema y minorar radicalmente sus efectos.
La información disponible para el ciudadano de a pie no solo es escasa sino que casi toda ella es del tipo que podríamos llamar técnica o profesional, porque es cierto que hay profesionales de la medicina concienciados con la gravedad del problema, pero en cambio nosotros no tenemos noticias fiables de su gravedad.
En el artículo de El País, su autor expresa algo que leo por primera vez que sea accesible al público y se lo agradezco, a algo así se le suele llamar valentía, ya iba siendo hora:
“Los errores de medicación son una importante causa de ingresos hospitalarios, lesiones a los pacientes y, en los casos más graves, incluso de muerte, por lo que se han adoptado muchas medidas, aparentemente sin demasiado éxito, para paliar sus consecuencias.”
La primera gran ocultación es la cantidad de casos, sobre todo de muertes, que ocurren por errores de medicación, y ojo que no se habla solo de que los enfermos se automedican, sino que el concepto incluye a toda la cadena sanitaria.
Para hacernos una idea del número de muertos que ocasionan los errores de medicación hay que escarbar mucho y ni aun así se consigue el dato. En un trabajo titulado “Errores de medicación” y realizado por M. J. Otero, R. Martín, M. D. Robles y C. Codina se dice:
“En noviembre de 1999 el problema de la seguridad de la asistencia sanitaria trascendió a los medios de comunicación y a la opinión pública americana con la publicación del informe realizado por el Committee on Quality of Health Care in America del Institute of Medicine (IOM), lo que hizo que las autoridades sanitarias se implicaran en la búsqueda de medidas para reducir este problema (10) Este informe señala que los errores asistenciales ocasionan entre 44.000 y 98.000 muertes al año en EE.UU., una mortalidad mayor que la causada por los accidentes de tráfico, el cáncer de mama o el sida. El documento trata en extensión de los errores de medicación, por considerar que son los de mayor magnitud y los más conocidos, y destaca que ocasionan más de 7.000 muertes anuales, superando a las causadas por los accidentes de trabajo
En España no se conoce la magnitud real del problema de los errores de medicación y, consecuentemente, no se ha tomado conciencia de su repercusión en la seguridad de los pacientes, salvo por algunos colectivos como los farmacéuticos de hospital. Los resultados de los escasos estudios realizados en nuestro país revelan que los errores de medicación tienen una repercusión asistencial y económica del mismo orden de magnitud que en EE.UU. “
Dado que los autores no se atreven a dar una cifra lo haré yo. Si en 2010 la población de Estados Unidos era de 308 millones de personas y la de España era de 48 millones, utilizando esos datos como referencia y asumiendo que la repercusión de los errores de medicación en nuestro país es del mismo orden de magnitud que la detectada en EE.UU., y sabiendo que allí se producen 7.000 muertes anuales, podemos calcular y obtenemos la cifra de 1.090 muertes ocasionadas anualmente en España por errores de medicación.
Lo terrible de esta situación, no solo es la falta total de información, ni las 1.090 muertes anuales, es lo que dicen los autores del trabajo mencionado:
“Para ello es preciso crear un ambiente profesional no punitivo que deseche la idea de culpabilidad y favorezca la comunicación de los errores que se producen, el análisis de sus causas y la discusión de las estrategias necesarias para evitarlos. En el contexto sanitario, esto supone un enorme cambio cultural, puesto que, a diferencia de lo que ha ocurrido en otros sectores de riesgo, como la aviación, en el ámbito de la medicina siempre se ha tendido a ocultar los errores por temor al desprestigio profesional y a las posibles sanciones”
Ese “siempre se ha tendido a ocultar los errores” es lo espeluznante y lo que me da pie para calificar a esos errores como horrores ocultos. Sabido eso, cada cual que se cuide como pueda, al menos leyendo los prospectos de las medicinas.
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