Dar la campanada al dar las campanadas.

30-12-10

Llevamos días, más bien semanas, aunque calculando mejor ya son meses, en que no paran de llegarnos noticias de alcance nacional sobre quienes darán las campanadas de fin de año en esta o en aquella cadena. Parecería que entre las cuatro mayores preocupaciones de los españoles está la de conocer al detalle esa información.

Las televisiones han convertido la gran mascarada de las campanadas en el principal objetivo de su existencia cada año y andan a la greña a ver cuál de ellas da la campanada al dar las campanadas. La lista de campaneros es larguísima este año, abundan las mujeres, lo que traducido significa que abundarán los escotes generosos, de modo que mientras que los campaneros varones estarán bien abrigaditos a las campaneras generosas las harán estar a la intemperie luciendo sus ensenadas y mucha epidermis invernal.

Este hecho, pura desigualdad, debería provocar la inmediata intervención de la ministra Pajín porque es intolerable que algo así siga ocurriendo en pleno tercer milenio. O los señores campaneros salen en tanga o no deberían haber escotes, ni desmangados congeladores para las damas.

No obstante opino que la troupe rubalcabesca se está perdiendo la mejor oportunidad para remontar en las encuestas, ya que serían las campanadas más seguidas las que retransmitiesen Pepiño Blanco, antiguo excelentísimo señor ministro don José Blanco, y doña Leire Pajín, la única persona portadora de morritos con valores de progreso. Y para dar ejemplo ambos dos deberían salir bien arropados.