Las barbas de los vecinos están que arden.
Andaba yo por la vida tontamente preocupado por la cosa de las barbas humeantes de nuestros vecinos, Grecia, Portugal, Irlanda, Marruecos y Burkina Faso, creyendo que ZP y su vice Elena tendrían que poner las suyas y las nuestras a remojo, cuando hete aquí que la brillante Salgado salta al palenque, pone en jarras sus poderes y nos garantiza jurando y perjurando que nuestras barbas no son como las de nuestros vecinos, que nosotros hemos sido más listos y hemos recortado el gasto aunque nos haya costado mucho arreglar las cuentas sin que se note demasiado.
Llevo unas horas respirando mucho más tranquilo, y no porque me crea las mentiras de ZP, Rubalcaba y Salgado, sino porque he ido al barbero y me he recortado la barba tanto que casi no llevo, con lo que al menos la mía es difícil que arda.
Una cosa que me ha compungido es leer en El País el sufrimiento atroz por el que están pasando los buenazos del PSOE, con su gobierno a la cabeza, por culpa de las barbas del sultán marroquí. En un artículo que titulan desastrosamente en portada “Gobierno y PSOE observan con alarma su descrédito por El Aauín”, así, con El Aauín, nos dicen que
“en las filas socialistas cunde el desánimo al ser la defensa de los derechos de los saharauis una seña de identidad del PSOE”
Y que
“Tanto en el Ejecutivo como en el PSOE recalcan que "no pueden hacer lo que les pide el corazón por responsabilidad y para no desestabilizar más a Marruecos"”
Enternecedor el ver como ZP y Rubalcaba, contra lo que les pide su tierno corazón, patean con pesar una seña de identidad del PSOE. Uno lee estas cosas y la tristeza le inunda viendo el valor de estos hombres y mujeres de progreso que cual nuevos Guzmanes y Guzmanas buenos y buenas están lanzándole al sultán mahometano una de sus señas de identidad para que se la clave en el corazón de su progresía de izquierdas y todo por salvar a nuestra patria de las iras moras.
Con tanto drama progre no sé si me quedarán lágrimas para cuando vengan a rescatarnos de las garras de los especuladores del mercado, aun así será bonito verlo, a ZP, digo, de doncella rescatada de las garras del dragón que no deja la derecha de azuzar.
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