Del papeles para todos a la tragedia del Atlántico.
Hoy 22 cayuqueros más han muerto en el Atlántico y la cuenta sigue.
La política de inmigración del PSOE, en la que se ha pasado del “papeles para todos” al “pase usted sin papeles que le daremos un papel que diga que no tiene papeles y que le valdrá para quedarse en España como si tuviese papeles” ha desatado en el Africa subsahariana el trágico desfile de los cayucos. Hasta ahora, y que yo sepa, nadie ha puesto en marcha un contador doble que informe de la cruel realidad de la cantidad de fallecidos confirmados en las travesías de la muerte y de los estimados no confirmados.
Esos contadores, hechos públicos, publicitados con dinero público español en las zonas de origen de los cayuqueros salvarían muchas vidas, las de aquellos a los que el dato hiciese arrepentirse de iniciar el viaje, pero eso los progres humanitarios solidarios socialistas no lo harán, lo considerarían como un baldón o un estigma para ellos.
Hay otro mecanismo que salvaría muchas vidas, devolver a sus países de origen a la mayor cantidad de cayuqueros posible e informar de eso en toda el área de origen. El único esfuerzo que hace este gobierno es el de intentar quitarse los muertos de encima con la manida argumentación de que como no se sabe el país de origen de los inmigrantes porque vienen sin papeles no se les puede devolver al país de origen. Sin embargo todos ellos se empadronan nada más llegar para hacer correr así el reloj y tener documentos que acrediten el inicio de su estancia para la siguiente tanda de papeles para todos. Al empadronarse dan sus datos, entre ellos el de su país de origen, pero al parecer esa información no se utiliza y los ayuntamientos tampoco la dan.
Hay otro mecanismo que salvaría muchas vidas, en lugar de gastarse cientos de millones de euros sobornando a ciertas autoridades subsaharianas, debería actuar la autoridad española deteniendo en alta mar los cayucos que pueda, revisar el estado de salud de los navegantes, aprovisionarlos y acompañarlos de vuelta a donde ellos quieran menos a Canarias. Solo en caso de que su vida corra peligro serian izados a bordo de algún barco hospital y en cuanto estuviesen en forma, a otro cayuco y de vuelta a donde vinieron.
Se que la idea, bien organizada y publicitada haría a muchos pensárselo, para ellos, es doloroso decirlo, es un argumento de mayor fuerza para no intentar la travesía el saber del riesgo de ser devueltos que el riesgo de morir en el intento.
Como esas o más realizables, deben haber decenas de cosas que se puedan hacer para parar esta sangría, pero al parecer al PSOE le basta con darle dinero a algunas ONG’s que recogen al pie del avión que llega a Murcia, Valencia o Madrid a los inmigrantes que han pasado la cuarentena en Canarias que les dan el bocata de rigor y les sueltan por los parques de esas ciudades.
Hay un hecho irrefutable, si el gobierno español no hace nada para detener la tragedia del Atlántico el gobierno español tiene una gran responsabilidad en esa catástrofe humanitaria. De momento todas las medidas que toma tienen la dolorosa característica de elevar el volumen del efecto llamada.
Cuando el humanitarismo facilita la muerte deja de serlo. Cuando el humanitarismo olvida las matemáticas pasa a ser una actividad de visionarios peligrosos. Yo solo les hago una pregunta, si en España hay ya más de 5 millones de inmigrantes, con y sin papeles, ¿cuántos más pueden entrar y que quepan, 8, 10, 15, 45, 123 millones?. Si este país es capaz de mantener dignamente 7 millones de inmigrantes, que se les haga venir con papeles de origen, pero el gran coladero socialista debe acabar, y con el la tragedia del Atlántico.
La política de inmigración del PSOE, en la que se ha pasado del “papeles para todos” al “pase usted sin papeles que le daremos un papel que diga que no tiene papeles y que le valdrá para quedarse en España como si tuviese papeles” ha desatado en el Africa subsahariana el trágico desfile de los cayucos. Hasta ahora, y que yo sepa, nadie ha puesto en marcha un contador doble que informe de la cruel realidad de la cantidad de fallecidos confirmados en las travesías de la muerte y de los estimados no confirmados.
Esos contadores, hechos públicos, publicitados con dinero público español en las zonas de origen de los cayuqueros salvarían muchas vidas, las de aquellos a los que el dato hiciese arrepentirse de iniciar el viaje, pero eso los progres humanitarios solidarios socialistas no lo harán, lo considerarían como un baldón o un estigma para ellos.
Hay otro mecanismo que salvaría muchas vidas, devolver a sus países de origen a la mayor cantidad de cayuqueros posible e informar de eso en toda el área de origen. El único esfuerzo que hace este gobierno es el de intentar quitarse los muertos de encima con la manida argumentación de que como no se sabe el país de origen de los inmigrantes porque vienen sin papeles no se les puede devolver al país de origen. Sin embargo todos ellos se empadronan nada más llegar para hacer correr así el reloj y tener documentos que acrediten el inicio de su estancia para la siguiente tanda de papeles para todos. Al empadronarse dan sus datos, entre ellos el de su país de origen, pero al parecer esa información no se utiliza y los ayuntamientos tampoco la dan.
Hay otro mecanismo que salvaría muchas vidas, en lugar de gastarse cientos de millones de euros sobornando a ciertas autoridades subsaharianas, debería actuar la autoridad española deteniendo en alta mar los cayucos que pueda, revisar el estado de salud de los navegantes, aprovisionarlos y acompañarlos de vuelta a donde ellos quieran menos a Canarias. Solo en caso de que su vida corra peligro serian izados a bordo de algún barco hospital y en cuanto estuviesen en forma, a otro cayuco y de vuelta a donde vinieron.
Se que la idea, bien organizada y publicitada haría a muchos pensárselo, para ellos, es doloroso decirlo, es un argumento de mayor fuerza para no intentar la travesía el saber del riesgo de ser devueltos que el riesgo de morir en el intento.
Como esas o más realizables, deben haber decenas de cosas que se puedan hacer para parar esta sangría, pero al parecer al PSOE le basta con darle dinero a algunas ONG’s que recogen al pie del avión que llega a Murcia, Valencia o Madrid a los inmigrantes que han pasado la cuarentena en Canarias que les dan el bocata de rigor y les sueltan por los parques de esas ciudades.
Hay un hecho irrefutable, si el gobierno español no hace nada para detener la tragedia del Atlántico el gobierno español tiene una gran responsabilidad en esa catástrofe humanitaria. De momento todas las medidas que toma tienen la dolorosa característica de elevar el volumen del efecto llamada.
Cuando el humanitarismo facilita la muerte deja de serlo. Cuando el humanitarismo olvida las matemáticas pasa a ser una actividad de visionarios peligrosos. Yo solo les hago una pregunta, si en España hay ya más de 5 millones de inmigrantes, con y sin papeles, ¿cuántos más pueden entrar y que quepan, 8, 10, 15, 45, 123 millones?. Si este país es capaz de mantener dignamente 7 millones de inmigrantes, que se les haga venir con papeles de origen, pero el gran coladero socialista debe acabar, y con el la tragedia del Atlántico.
0 comentarios