Alfredo P. ha muerto, renace Rubalcaba el indio.

Estoy triste, tirando a compungido, ya me había hecho a la idea de tener que escribir sobre Alfredo Pe Punto y van y lo fenecen al pobre, aunque no era tan pobre porque fumaba Cohibas como un carretero. Cuando El País ya había inmortalizado las volutas evanescentes de humo de sus habanos ahora seguro que al renacido Rubalcaba le prohíben fumar.

Mi pesar y mi tristeza apesadumbrada, al menos han hallado un consuelo, ha renacido de las cenizas de los Cohibas el mismísimo Rubalcaba con toda la carga de mismidad que en él es idiosincrásica, incluidas plumas de faisán. Y aunque Rubalcaba sea el villano de esta película, no por eso deja de ser listo o parecerlo a ratos. Se ha dicho que tiene que ganar y para ganar nada mejor que dirigirse a quienes no van a votar para moverles a acudir con su papeleta a las próximas urnas. Y ni corto ni perezoso va y hace el indio porque eso da votos.



Vean el cartel cuasi electoral del renacimiento de Rubalcaba, hecho que deja para la historia tanto a Alfredo como a Alfredo Pe Punto. El mensaje es claro, va dirigido a quienes va dirigido, utiliza su lenguaje, si descomponemos el mensaje “Rubalcaba escuchar, hacer, explicar” es equivalente a este otro: “Rubalcaba escuchar, Rubalcaba hacer, Rubalcaba explicar”. Ni el mismísimo Sitting Bull lo podría haber dicho mejor.

No obstante pecan de pacatos, de cortitos, de timoratos, puesto que el mensaje, si quieren captar el voto del 15M, del 16J, del 22A y del resto de fenómenos que ocurrirán, debería decir: “Rubalkaba eskuchar, Rubalkaba acer, Rubalkaba explikar”. Aun están a tiempo de corregir esos  errores.

Y me atrevo a realizar un vaticinio, en cuanto descubran que el concepto Rubalcaba está preñado de minas de alto poder explosivo de los modelos SITEL, Faisán, GAL, 14M, ETA encamada y demás, caerán en la cuenta de que el concepto que realmente les llevará a la victoria será el “Vota a Pérez, el político sin mácula (PL)”, eso sí, siempre que a Pérez le pongan peluquín.