El País, o sea, Rubalcaba, a por el adelanto electoral.

Nadie duda del contubernio, ya inscrito en los libros de historia, entre PRISA y Rubalcaba. Rubalcaba es la gran esperanza blanca de color rojo de El País, lo miman, lo cuidan, lo llevan entre algodones, lo engrandecen, tapan sus yerros, ocultan sus traiciones, despliegan enormes cortinas de humo cuando interesa encubrir sus posibles delitos tipo Faisán. Todo ese amor es correspondido por Rubalcaba, mutado en Alfredo, pues junto a las promesas de amor seguro que ha hecho a PRISA otras promesas más crematísticas.

Con ese largo exordio (PL) intento establecer que si El País dice algo de gran enjundia política es porque Rubalcaba, o bien ha dado antes el nihil obstat, o bien simplemente ha sugerido que se trate el asunto en esa línea. Hoy El País comienza a moverle la silla a ZP y deja caer que no sería mala cosa el que adelantase las elecciones.

El País publica hoy un editorial titulado “Los límites del Gobierno”, en el que trata el obsceno pacto realizado por ZP con el PNV, in extremis, para conseguir la aprobación de la cosa esa de la negociación colectiva. Tan obsceno fue que el menda del PNV andaba eufórico diciendo que jamás en su vida había conseguido tanto el PNV con una abstención. Pues bien, aprovechando la enésima vicisitud de ZP el agonizante, El País editorializa tal que así:

“Las vicisitudes de la negociación colectiva ilustran la debilidad parlamentaria del Gobierno. No hay razón para que un Ejecutivo adelante las elecciones siempre y cuando disponga de estabilidad en las Cámaras; pero las reticencias de CiU y PNV avanzan una etapa parlamentaria tormentosa en la que no se garantiza que el PSOE pueda gobernar hasta marzo de 2012.”

ZP, agárrate bien a la silla que los meneos que le van a dar Rubalcaba y El País acaban de comenzar e irán a más. Ya sabes el dicho, Zapatero, “Cría alfredos que te pisarán los hígados”.