Un PP aventajado pero incoloro, inodoro e insípido.
Todas las encuestas le dicen a Rajoy lo mismo, tío lo tienes chupao, sigue así que lo tuyo está hecho, no crispes y no muevas un pelo del bigote más del necesario y la Moncloa es tuya, y el tal Rajoy se lo cree, contemporiza, hace ejercicios obscenos de tancredismo, calla, se cruza de brazos y espera que se lo den hecho.
Por lo que oigo y leo por ahí, mi tesitura es similar a la de muchos, no sé cuantos, pero muchos y se resume en que sabiendo que el PSOE nos ha llevado a la hecatombe, que lo único que ha hecho bien ha sido el agit prop y la ingeniería social de progreso, que le mola prohibir y pronto nos prohibirán irnos al otro barrio al modo clásico y nos obligarán a palmarla por la vía rápida si estamos más para allá que para acá, pues bien, a ese partido y sus mandamases tipo Rubalcaba y mandamenos tipo ZP no seré yo quien le vote.
Eso hace que uno tenga que mirar fijamente al PP y a Rajoy para ver si me da confianza, si crea en mi alguna ilusión de futuro, si creo que podrá solucionar alguno de los gravísimos problemas en los que nos hallamos metidos y la lúgubre conclusión a la que llego es que nada de eso me da a mí el PP.
Lo veo como una caterva de apañados que quieren gobernar solo para tener el poder, pero no les veo por ningún lado ganas ni propósitos de regenerar esto un poco, de poner en solfa el desmadre autonómico, de parar los pies a los nacionalismos disruptivos, de trazar una raya bien clara y decir que de ahí no se pasa, de hacer cumplir las decisiones de los tribunales y del Constitucional. No le veo yo a Rajoy muy dispuesto a eso.
En cambio me huelo que en poco se va a diferenciar el PP del PSOE si se ve precisado de los votos de los nacionalistas si no tiene mayoría absoluta, pero es que me huelo algo aun peor, que aunque tenga la mayoría absoluta seguirán haciendo el caldo gordo a los nacionalistas para que nadie les señale con el dedo y les tilde de acérrimos nacionalistas españoles de la derecha extrema.
Veo pues un PP y un Rajoy incoloros, inodoros e insípidos, y ciertamente que me mantengo en mi decisión de no votar al PSOE, pero salvo que algo cambie también me mantengo en mi decisión de no votar al PP, lo que hace que tenga que plantearme otro destino para mi voto que no sé de momento cual será.
Jamás entenderé la manía de esta gente del PP de esforzarse por no crispar a quienes jamás nunca les votarán y de paso no hacer nada para ilusionar a quienes sí podríamos votarles. Pues señor Rajoy, le diré que con su pan se lo coma que no se lo comerá con el mío.
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