A la ministra Trinidad le va la marcha.

La noticia es conocida, una de tantas marchas casi verdes que se organizan en Marruecos contra Ceuta o Melilla se lanzará a su modo contra Melilla para protestar por lo de siempre, la no marroquinidad de ambas ciudades españolas. Nuestro gobierno, con la ministra de Exteriores Sra. Jiménez, opone a la marcha sus talantes más aquilatados y gran reserva y con eso asunto arreglado.

 Hasta aquí la cosa es normal dentro de la soberana dejadez con la que ZP y sus cuates tratan el acoso marroquí. Lo que ya deja a la señora ministra de Exteriores como una ingenua con visos de incauta y flecos de candorosa inexperiencia, o mala fe, es ir por ahí diciendo desde su ministerio que

“El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación seguirá "con atención" y en contacto con las autoridades marroquíes la marcha hacia Melilla convocada para este sábado por el autodenominado 'Comité de Coordinación para la Liberación de Melilla'”.

O sea, que la ministra no solo cree que Blancanieves vivió en realidad junto a sus nueve enanitos sino que nos quiere hacer creer a todos los españoles que el gobierno de Marruecos y su sultán no son los que organizan todas y cada una de esas manifas marchosas. Aunque igual la señora ministra ejerce de lista y se ha dicho que nada mejor para tener información de primera mano al respecto que solicitársela a los auténticos organizadores, las autoridades marroquíes.

Yo, no obstante, me obstino en pensar que nuestra excelentísima Trinidad realmente cree que el Sultán y su gobierno no pintan nada en esas cosas y que lo único que ocurre es que a la señora Jiménez le va la marcha mora. Gustos más raros hay por ahí.