Gran Hermano, gran revolcón, gran mamarrachada, gran relax.
Mercedes Milá, como sacerdotisa suprema, ofició el domingo la liturgia 10 veces repetida del comienzo del gran revolcón retransmitido en directo. Es conocido que al revolcón le llaman edredoning y al igual que a eso le cambian a muchas más cosas su denominación. La muy mucho más grande hazaña léxica de esta 10ª gran mamarrachada, a la que sería más apropiado expropiarle la racha, es el haber obligado a la gran sacerdotisa friki a mentir, aunque ella lo hace siempre con mucho garbo. Este año los concursantes no son concursantes, gran descubrimiento mediático, son participantes en un casting. Hacen las mismas tontunas que siempre se han hecho en ese lugar, se comportan como siempre se han comportado, están sujetos a reglas igual de estúpidas que las de años anteriores, se nominan y se expulsan como siempre se ha hecho, pero no son concursantes y bien clarito que nos lo dejó la gran sacerdotisa especializada en hacer estiptís de hombros ante cinco millones de admiradores.
El Gran Papanatas sigue con sus memeces seudoecologistas. Ni más ni menos que iba a ser la única casa de este país en la que sus habitantes seguirían los dictados de la ministra de la cosa del agua doméstica, solo gastarían 40 litros de agua al día. El mandato a los enclaustrados fue de lo más esperpéntico y en seguida se enfocó hacia lo libidinoso, haciéndose parejas para ducharse juntos y ahorrar agua. Tras hacer unos someros cálculos llegaron a la conclusión de que los platos no se podrían fregar por lo que se haría a lametones, que no se podría tirar de la cadena tras cada cagada sino que como poco tras cada cuatro deposiciones y de duchas ni hablar.
Las ínfulas de preservación del medio ambiente duraron solo unas horas, porque viendo la que se podía montar sanitariamente y el mal ejemplo para la nación toda, ayer tarde una recluida fue aleccionada por el programa para decir a sus compañeros que bueno, que vale, que si, que lo de los 40 litros era una especie de mensaje que quería grabar el Gran Mamarracho en las mentes de los currantes de la cotidianeidad mediática y sociológicamente analizada, y que podrían gastar toda el agua que quisiesen, pero eso sí siendo conscientes de que el planeta depende de lo que ellos hagan con el agua, y es que hay que joerse con tanta estupidez supina.
La mas hermosa, brillante, emotiva y fabulosa escena de todos los grandes hermanos ocurrió ayer cuando comenzó a llover y los robinsones mediáticos se lanzaron como posesos a salvar el planeta poniendo en el patio todo cacharro, cazo, barreño y caldero que tenían a mano para recoger agua de lluvia, quedando como lo que quieren aparentar, unos papanatas de tomo y lomo. Reconozco que lloré y más cuando a continuación, y partiendo de las mismas inquietudes medioambientales papanatizadas, salió una de las reclusas de pago al patio en sujetador y con gel de baño para ducharse con agua de lluvia siendo seguida por 4 de los metrosexuales de plantilla en mini gallumbos marcapaquete. Eso ya me puso en un estado de eufórica contemplación, y conste que no de los gallumbeiros, de esa escena que hará más por el futuro del planeta que las patochadas de Al Gore.
Y para finalizar quiero agradecer a los prohombres que nos permiten participar en el mas grande experimento sociológico que vieron los tiempos (Milá dixit) al poder tener el relax mas gratificante al que nunca he llegado viendo durante mis insomnios el canal 24 horas del fenómeno medioambiental y superecológico. Ver la paz, la tranquilidad , el sosiego y la quietud que trasmiten las cámaras a las 6 de la mañana, y así todas las noches, es lo mas relajante que jamás he tenido.
La Gran Mamarrachada está de nuevo en racha, vender vende y si no hay racha pues se pasaría a la Gran Mamaxxxxxxda que vende más aun, bueno perdón quedaría el Gran Edredning que no es nada machista.
Felicidades Mercedes Milá, tu si que sabes hacer de un “quien me pone la pierna encima” la más grande hazaña humana, mayor incluso que la de Einstein.
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