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Sahumerios y arrebatos

Conceto Pepiño, si algo triunfa en el cine hay que legislarlo.

Don José Blanco famoso filólogo progresita, rey del conceto, ha dicho que “la película Mar adentro convulsionó a la sociedad. Hay que dar respuestas”. Este nuevo conceto de plasmación legislativa de las pelis convulsionadoras, perdón  flimes, en leyes que hagan de obligado cumplimiento lo que el flime propone, es algo que hará historia y que dará trabajo al Congreso por siglos. Primero y principal hay que instalar una sala de proyecciones en el Congreso y otra en el Senado para que nuestros legisladores no pasen por alto nada de lo que convulsione a la sociedad desde las pantallas.

Que la estupidez no solo es patrimonio de los estúpidos es algo que requeriría profundo estudio porque yo no considero estúpido al rey del conceto, pero sin embargo si que considero que eso que ha dicho es una solemne estupidez que nos lleva a planteamientos concetuales de lo más cachondo.

Que mañana triunfa una peli con convulsión social incluida en la que el prota es un chaval desarraigado y marginal, que habita barrios marginales y se dedica a tareas marginales como asaltar bancos no marginales que le llevan al talego, pero que al salir ocho años antes de tiempo gracias a la ley Belloch, se convierte en un ser socialmente adaptado, solidario y con talante porque le dan una vivienda digna en un barrio digno y un trabajo digno con cargo a fondos sociales que no tiene que pagar, pues nada, según el conceto Pepiño se hace una nueva ley por la que a todo desarraigado marginal habitante de barrios marginales que sea condenado a 12 años por ser marginal de un barrio marginal, en lugar de entrar en la trena se le da un curro, un piso y un coche y seguro que no lo utilizará para volver a asaltar ningún banco.

El conceto ya lo tenemos claro, solo nos falta ver el preceto, porque tengo una duda, ¿que estudios va a requerir la nueva ley de eutanasia a los que se dediquen a dar el pasaporte, previo consentimiento, creo, a quienes deseen una muerte digna?, ¿cómo se va a denominar la nueva profesión, igual pasaportadores solidarios?, ¿cuándo se convocarán oposiciones para esos puestos?, porque no creo que obliguen a los médicos de la Seguridad Social a proporcionar muertes dignas con cócteles sedativos terminales.

¿Se venderán en las farmacias esos preparados mágicos que sedan terminalmente y se podrán sacar con receta de la Seguridad Social?.

¿Se podrá solicitar la sedación terminal solidaria aunque no se haya visto la peli esa del Mar Adentro?

Si algo sé es que Don José Blanco, bloguero eximio y rey del conceto no es un ineto y sabrá sacar adelante del modo correto la nueva ley de pasaportación solidaria.

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