El polvo, la ministra, la obra y las risitas.

Magdalena Alvarez da mucho de sí. El monólogo que representó en las Cortes el otro día fue desternillante, tanto que ante las risas de la concurrencia tuvo que cambiar de tema ya que el tema del polvo suele dar para muchas risas. A mi más que risa me dio que pensar al ver a otra miembra del gobierno de Zapatero mentir hasta en las minucias. Sé que se pueden hacer muchos juegos de palabras con el polvo y la ministra pero voy a pasar. La textualidad de lo dicho sobre el polvo en las obras por la ministra creo que basta para echarnos las manos a la cabeza y volvernos de decir “Si estos son los ministros de Zapatero ¿cómo será el que los nombró?”.

Está ya colgado de Youtube, como no podía ser menos el asunto del polvo y la ministra que dijo:

“Que hay polvo en una obra, pues claro que hay polvo en una obra, si no hubiera polvo no habría obra, o no hay obra sin polvo. Se lo puedo decir de muchas maneras y no voy a seguir por ese eso porque están ustedes sonriendo, pero eh.... también es bueno que sonrían”

Esta intervención ministerial hace que me plantee algunas preguntas.

Si mienten así en pequeñeces, cuando todos sabemos que hay obras sin polvo y polvo sin obras y que aun no habiendo polvo pueden haber obras ¿en qué cosas de mayor calado nos están mintiendo?

En el hipotético caso de que esta ministra se quedase sin cartera ni trabajo y presentase su currículum para vendedora de seguros, cajera de hipermercado, dependienta de El Corte Inglés o similar y en él incluyese esta intervención en el Congreso ¿cree alguien que le darían el puesto?, yo estoy convencido que no.

Otra más estilo Forrest Gump. Si tonto es el que dice tonterías ¿el que dice tonterías es tonto?.

A pesar de los pesares los españoles podemos llorar por un ojo ya que gracias al hecho de que ZP no nombrase a Pepiño Blanco como ministro se puede decir que el brillo del gobierno de Zapatero no ha desaparecido por las interferencias de Blanco.

Nos merecemos, porque lo hemos votado, este gobierno de las patochadas, memeces, mendacidades, sandeces, payasadas, tonterías, bobadas, estupideces, disparates, despropósitos amen de cosas mayores como actividades disruptivas diversas y prolijas. Y menos mal que la economía no esté en crisis, ya que si además de todo lo dicho estuviese en crisis sería motivo más que suficiente como para echar a correr y no parar hasta Andorra como poco.

No me resisto a terminar sin decir que entre el polvo en las obras de la ministra Maleni y los orgasmos de Zerolo, Zapatero debe sentirse más que satisfecho o satisfacido.