ZP Bush, conversación fluida, franca y cordial.
Zapatero espera como agua de mayo un encuentro en la intimidad con el denostado mandatario estadounidense George Bush. Mientras llega tan esperado y ansiado momento los encuentros fulgurantes entre ambos estadistas son tratados por la prensa como gran noticia. Un “hola, hola, felicidades” por parte del presidente de USA han supuesto para Zapatero un detenido análisis de los aspectos que afectan a intereses compartidos y también de algunas cuestiones de orden internacional.
Para El País por ejemplo “Fuentes del Ejecutivo han informado de este primer contacto entre ambos mandatarios y han señalado que sigue abierta la posibilidad de que mantengan un encuentro más prolongado a lo largo de la cumbre.”
Podemos concretar que en este primer contacto entre ambos mandatarios han tenido una conversación fluida, franca, cordial, plenamente positiva, muy respetuosa, altamente agradable y en la que se han analizado en profundidad cuestiones pendientes entre ambos dignatarios. Las diferencias de criterios entre ambos no han impedido que la efusividad hiciese acto de presencia.
El hecho de que Bush felicitase a Zapatero por su victoria en las recientes elecciones supone un reconocimiento por parte de Bush del éxito obtenido por Zapatero en las pasadas elecciones.
El día, para el que ya no falta mucho, en que además de fluida, franca y cordial la conversación de Zapatero con el denostado representante del imperialismo norteamericano sea larga, digamos de dos minutos y cuarto doblaran todas las campanas del reino.
Y no será para menos.
Para El País por ejemplo “Fuentes del Ejecutivo han informado de este primer contacto entre ambos mandatarios y han señalado que sigue abierta la posibilidad de que mantengan un encuentro más prolongado a lo largo de la cumbre.”
Podemos concretar que en este primer contacto entre ambos mandatarios han tenido una conversación fluida, franca, cordial, plenamente positiva, muy respetuosa, altamente agradable y en la que se han analizado en profundidad cuestiones pendientes entre ambos dignatarios. Las diferencias de criterios entre ambos no han impedido que la efusividad hiciese acto de presencia.
El hecho de que Bush felicitase a Zapatero por su victoria en las recientes elecciones supone un reconocimiento por parte de Bush del éxito obtenido por Zapatero en las pasadas elecciones.
El día, para el que ya no falta mucho, en que además de fluida, franca y cordial la conversación de Zapatero con el denostado representante del imperialismo norteamericano sea larga, digamos de dos minutos y cuarto doblaran todas las campanas del reino.
Y no será para menos.
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