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Sahumerios y arrebatos

El País dice que el guardia civil Víctor mintió en el juicio del 11M.

El País hace tiempo que se abonó a la “teoría de la fatalidad” para explicar todas las pruebas que van surgiendo en el juicio del 11M que desmontan la versión oficial del sumario de del Olmo, cuando no utilizan las variantes contaminantes. La teoría de la fatalidad también llamada la “teoría de un paso por delante” viene a decir que a pesar de las informaciones conseguidas de los confidentes y controlados que participaron en la masacre la fatalidad hizo que no fuese suficiente para dejar de ir un paso por detrás de los terroristas islámicos.

Hoy aparece en El País un artículo increíble donde plasma estas teorías al detalle y con ejemplos, desde echar mano de Zenón de Elea hasta tratar de explicar la inutilidad policial en este caso con un ejemplo esperpéntico de una ejecutiva que pide un café pero se queda con las ganas por la descoordinación existente al respecto, ya que uno se encarga del café, otro de abrir los paquetes, otro de comprar azúcar, otra de comprar agua caliente, otro de vete a saber y otro que deja de saber del café a partir de las 11 de la mañana. No me lo invento, es la explicación que dan al hecho de que siendo casi todos los imputados por el 11M o bien confidentes o bien controlados y seguidos por la policía y guardia civil nadie pudiese parar el atentado.

Por una vez les ruego encarecidamente que lean ustedes mismos el artículo titulado “De la leche se encarga Rafa y no queda azúcar”, se me ha venido a la cabeza escribir que El País es la leche, pero eso sería poco.

Estuvo delante de sus narices y no lo olieron. Quizá fue ineficacia o descoordinación porque los guardias encargados de delincuencia común están separados de los que combaten el terrorismo, o quizá sólo ocurrió que los terroristas siempre fueron un paso por delante, y como en el aforismo de Zenón de Elea, el veloz Aquiles nunca hubiera podido alcanzar a la tortuga.

Alucinante, ya sabemos que la culpa del atentado es de la tortuga de Zenón de Elea que corre mucho.

Lo más curioso del panzer insignia de la división Das Reich mediática progre es que intentado encubrir  y justificar los hechos que descuajeringan la versión oficial, defiende al guardia civil Teniente Trigos, alias Víctor, que controlaba a Zouhier y para ello, como cada día en El País son más descuidados,  acusan de perjurio al tal Víctor y con un par de despistes al parecer.

En el juicio se le interrogó acerca de una nota que escribió sobre una información que le proporcionó Zouhier acerca de los 150 kilos de dinamita que Trashorras tenia a la venta en Asturias en el 2003. Esa nota se mandó a la comandancia de Asturias y se le preguntó repetidamente si había llamado a Asturias para que destruyesen la esa nota. Víctor dijo que solo llamó para decirles que evitasen que la prensa se enterase de la nota pero que nunca pidió que la destruyesen. Ahora lean lo que dice El País.

Peor es, incluso, ese gesto tan español de tratar de ocultar la propia chapuza. El alférez Trigos, curiosamente, se olvidó de contar al juez instructor de los atentados, Juan del Olmo, el detalle insignificante de que Toro y Trashorras trataban de vender 150 kilos de dinamita. Tampoco lo dijo en la comisión de investigación del Congreso, a pesar de la víspera de su comparecencia, el 26 de julio de 2004, llamó a Asturias para pedir al comandante Francisco Javier Jambrina que destruyese la nota interna (de la que solo había una copia en Madrid y otra en Asturias) en la que se hablaba del viaje de Toro y Trashorras para vender los 150 kilos de explosivos.

Este artículo introduce una interesante explicación sobre la responsabilidad de los atentados que ya no es de Aznar por meternos en la guerra de Irak a la que fuimos cuando terminó, la culpa es de la dichosa tortuga de Zenón que la muy jodía siempre corría más que los policías y guardias civiles e iba un paso por delante.

1 comentario

Wnit -

Es la Teoría de la Casualidad. Todo lo explican por casualidades. Desde que nadie ni los Tedax vieran la bolchila en El Pozo, que los perros no detectaran nada en la Kangoo o que las muestras de explosivos se contaminen selectivamente. Puro azar.
Al Roca de la operación Malaya le tocó la loteria ocho veces en seis meses. Imposible? no, posible es, pero... con esto pasa lo mismo, aunque lo de las muestras es algo más dificil que lo de Roca.