Eramos pocos y parió Kafka encarnado en Zapatero.

El periódico amigo de la humanidad, El País, hoy nos regala una noticia relacionada con la inmigración. Sabíamos que la frontera española con Francia en la zona de Gerona era un coladero de inmigrantes búlgaros y rumanos. Como explicaba anoche un representante del CEP en la radio, hasta ahora la técnica empleada por estos inmigrantes era llegar con el autobús a La Junquera (para El País La Jonquera, Alt Ampordá, Girona) si les echaban para Francia, se iban por una carretera secundaria en la que en la actualidad no hay ni un solo policía y en menos de una hora estaban en España.

Para Zapatero el nuevo Kafka tal comportamiento de la policía era algo tan inhumano que se vio obligado a emitir un real decreto para ahorrar sufrimientos y dar seguridades a los cayuqueros sobre ruedas.

“Desde el viernes, en que entró en vigor un real decreto que obliga a facilitar un abogado, la policía ha optado por dejar entrar a todos los extranjeros no comunitarios.”

Pero claro, aun así la cosa era tan denigrante para los esforzados del cayuco de las carreteras que la policía simplemente ya los deja pasar sin más.

Zapatero el gran inepto junto con sus incompetentes chicos se han empeñado en que tengamos en España los suficientes inmigrantes bien repartidos como para ganar de calle las elecciones municipales en los próximos 4 decenios, así que como los cayuqueros de los Pirineos tenían que dar vueltas durante un par de horas para entrar, se les facilita la cosa sacando un real decreto que obliga a ponerles abogado y traductor, pero como no han puesto a doscientos abogados y un número similar de traductores en la frontera, ya tienen argumentos para que pasen sin despeinarse ni agobiarse.

Ya tenemos otro titulo para nuestro presidente, Zapatero el rey del coladero.