11M, ya llega el monstruo terrible, la horrible verdad.
La frase es demoledora. Cuando desde instancias distintas al meollo de inculpados se está llegando a terribles conclusiones, en las que ciertos miembros de las fuerzas de seguridad o bien están implicados o bien están en el ajo del atentado del 11M, viene uno de los cabezas de turco máximos, uno de los teóricos responsables principales, Trashorras y dice:
Soy una víctima de un golpe de Estado que se ha tratado de encubrir detrás de las responsabilidades de un grupo de musulmanes y de los confidentes, cuando estaba todo perfectamente controlado por los Cuerpos de Seguridad. Existen complicidades que el juez no está dispuesto a descubrir; si no, deberían estar detenidos o imputados agentes de varios Cuerpos de Seguridad"
Golpe de estado, encubrimiento, musulmanes de pega, confidentes, control total de los cuerpos y fuerzas de seguridad, complicidades a muchos niveles, llamativas incomparecencias ante el juez de ciertos agentes. Añadámosle a eso pruebas falsas, informes ocultos, testigos falsos instruidos por la policía, mochilas de pega, furgonetas llenas de elementos de prueba de pega, coches de pega, a este juez muchos se la han pegado y no quiere saber, a ver que hace tras las imputaciones de uno de los imputados.
Ya sabemos lo que dirán, que la palabra de un terrorista dinamitero no es para tenerse en cuenta. Pero esta frase estoy seguro pasará a la historia de la ignominia. Porque además de que lo diga Trashorras desde dentro del complot asesino según la versión oficial, son muchas las pruebas que confirman lo que dice. Más terrible no puede ser y más cierto tampoco.
Llega la hora de la verdad, el canto del coro siempre empieza con el de un solista, llega la hora del espanto, llega el momento del horror, llega el momento de echarse a temblar porque cuando se vean descubiertos no agacharan la cabeza, entonaran el mea culpa, se entregaran en manos de la justicia y aceptaran su destino, eso no lo harán. Se revolverán como fieras acorraladas intentando llevarse por delante la justicia, la patria, la nación, el país y nuestro futuro. ETA ya empieza a frotarse las manos.
Los que desde el principio hemos sabido la asqueante verdad, hemos sabido que antes o después los muertos surgirían exigiendo justicia, pero también que los responsables de una masacre tan atroz, realizada única y exclusivamente con fines políticos y de poder no van a dudar en defenderse caiga quien caiga y lo que caiga.
Si recordamos los GAL y multiplicamos aquello por mil podremos aproximarnos a intuir lo que nos espera.
Ya llega el monstruo terrible, la horrible verdad. Llega sediento de horror y con ansias de devorar nuestro futuro.
Es triste decirlo, la verdad nos hará libres, pero ¿después de cuantas calamidades y sufrimientos?
Sabremos lo que pasó y nos horrorizaremos ante tanta vesania. Millones no querrán saber, millones sabrán y mirarán hacia El Tomate, y algunos millones lloraremos y exigiremos justicia.
El mayor riesgo que corremos es que la derecha gallardonita y amante de los paños calientes, se rinda al chantaje de llevárselo todo por delante y acepte colaborar en enterrar la verdad bajo la sinrazón de la razón de Estado. Cosas tan grandes no se han visto, pero si hay antecedentes suficientes como para hacernos temer lo peor. Echaran mano del CNI para cargarse políticamente (aunque ya lo dudo) a Rajoy y dejar vía libre al gran contemporizador.
Al tiempo.
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