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Sahumerios y arrebatos

El País dixit, solo las nucleares pueden salvar el planeta.

El País, faro y guía de la progresía, lleva un tiempo dedicado al proceso de cambiar el dogma progre número 16, el que dice “Nucleares NO”. Como conoce al dedillo a su feligresía sabe que un dogma tan enraizado en el progresismo consciente, subconsciente y inconsciente no se puede cambiar de la noche a la mañana, es una tarea que exige mucha mano izquierda, nunca mejor dicho. Dado que no se puede cambiar el dogma número 16 directamente de la noche a la mañana y por las buenas a “Nucleares si” han iniciado un camino más sinuoso pero que saben que tiene posibilidades de hacer que lleguen a su objetivo. Aunque hoy han dado el paso de implantar en las mentes de izquierdas y solidarias la duda nuclear, previamente ha ido socavando los basamentos argumentales del dogma utilizando para ello incluso a personajes de izquierdas de casi toda la vida, como Felipe González, y sobre todo han ido desgranando las ventajas de las nucleares pero eso sí, siempre dejando patente su maldad solo que venían a decir que han descubierto que la maldad de las nucleares no es tanta.

Antes de que llegue el momento en que El País proclame que el contenido del dogma progre 16 es “Nucleares si” y para ello utilice el don de la infalibilidad que se auto concedió cuando se auto proclamó referente ideológico de la izquierda toda y parte de la derecha, pues antes de eso ha dado hoy un paso importantísimo mutando provisionalmente el dogma a “Nucleares tal vez”. Y lo hace con un par fantástico de redaños progresistas.

Tras insistir por activa, por pasiva, por perifrástica y por narices que el único obstáculo para la construcción de nuevas centrales nucleares es la persistencia del dogma progre número 16, o sea, tras manifestar que ellos son la mayor y casi única traba que exite para la energía nuclear, desgrana un rosario laico de ventajas de tal energía no contaminante, no emisora de CO2, no favorecedora del cambio climático y no dependiente de las variaciones astronómicas del mercado del petróleo y gas, pues bien tras insistir en ello termina el informe, mas caliente que tibio, que publica hoy con esto:

En cualquier caso, coinciden buena parte de defensores y críticos, cumplir los compromisos de Kioto es casi imposible, sin energía de fisión...”.

Traducido este mensaje al roman paladino significa que dado que Kioto intenta salvar el planeta y que sin nucleares no se puede cumplir con Kioto, las nucleares es lo único que puede salvar el planeta. ¡Toma dogma!

O sea que tenemos a El País predicando desde su púlpito la homilía dominical de que si queremos salvar el planeta necesitamos centrales nucleares. Estos tíos son la releche, lo reconozco, aunque también reconozco que lo tienen más difícil que el cambio de rumbo ideológico que tuvo que tomar la progresía de finales de los 30 del siglo pasado cuando tuvieron que convertir a Hitler de demonio fascista en amigo y todo porque Stalin se metió un rato en la cama con él en plan pacto nazi - soviético. Cierto que Stalin jugaba con la ventaja de ser maestro en purgas y disponer del GULAG.

Para animar a estos grandes propagandistas y agitadores mediáticos de El País les diré que no se arredren y que tal vez para hacer tragable el nuevo dogma podrían hacer como Stalin,  pero en moderno, podrían proclamar la santidad progresista de Bush y convertirlo en amigo. Conseguido eso lo de las nucleares seguro que cuela sin esfuerzo.

Documentación.

El País. ¿Nucleares? Tal vez, gracias

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