Caiga quien caiga se saltarán la ley y no pasará nada.

Haga usted la prueba, diga que caiga quien caiga no cumplirá aquello a lo que le obliga cualquier sentencia judicial y no solo se le caerá el pelo sino que por decir lo de caiga quien caiga puede que encuentren 23 artículos del Código Penal que le son aplicables y se le aplicarán terminando con sus huesos en alguna luminosa celda de diseño de alguna cárcel de los extrarradios.

Pero si es usted nacionalista, y da igual de qué nación de las muchas que hay por aquí, y dice que caiga quien caiga seguirán haciendo lo que están haciendo a pesar de que el Tribunal Supremo haya sentenciado que deben dejar de hacer lo que están haciendo y empezar a hacer lo que no están haciendo, no sufra, no le pasará nada.

Ellos están por encima de la Ley, a ellos solo se les puede aplicar aquello que ellos consideren que se les debe aplicar, lo demás es una aviesa intención de cargarse todo lo catalán en este caso.

Y a eso nos han llevado estos políticos de nuestros pesares, tanto los del PSOE como los del PP. En lugar de decir tan solo que hay que cumplir la ley o se aplicará lo que ley dispone a quienes no la cumplen se monta el guirigay de los agravios a las esencias nacionales.

En El País viene un claro resumen de esta defensa del delito de desobediencia. Francesc Homs, portavoz del Gobierno Catalán dice:

“Lo puedo decir más alto pero no más claro. Y me vuelvo a reiterar: Mantendremos el modelo peti qui peti (caiga quien caiga, en castellano). Si o si. Es un tesoro que hemos construido entre todos”.

Y sale ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, y dice la inmersión lingüística en catalán es “el mejor sistema para la comunidad escolar”, cuando la sentencia del Supremo deja bien claro que no deberá haber ninguna lengua vehicular preferente en Cataluña. Pero para el ministro incumplir la ley es lo mejor. Y así nos va.

¿Cuántas leyes, sentencias, disposiciones y normas están incumpliendo los nacionalistas españoles de las diversas naciones que componen nuestro país?, sé que son muchas pero no sé que a ninguno se le haya impuesto pena alguna.

Queda claro, los que no somos nacionalistas somos gilipollas, si lo fuésemos estaríamos exentos de cumplir la ley.