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Sahumerios y arrebatos

No recortables, teles, sindicatos y partidos.

Llega la hora de más recortes, conforme la soga de la deuda nos estrangule más irán proponiendo otros nuevos, me malicio que pueden llegar incluso a las solución portuguesa de arramblar con la extra de Navidad, o a cobrarnos dos veces por servicios ahora pagados con nuestros impuestos. Pero por ningún lado leo, veo ni oigo que se vayan a realizar recortes en las teles públicas, sindicatos y partidos políticos.

En la calle, en las colas de carnicería más en concreto, se repiten conversaciones del tipo, pues a mi suegra le han quitado la alimentación esa con papillas que le daban en la farmacia y el médico ha dicho que se tome un huevo al día. Pues a mi abuelo en el hospital no le atienden porque tiene 87 años y lo mandan a casa, pues…

Se lee sobre recortes en sanidad por todas partes, recortes no anunciados, como no suplir personal en vacaciones, cierre de servicios en hospitales etc., pero nada de recortes en las teles, ni en sindicatos ni en partidos.

No se oye nada de acabar con las subvenciones sin cuento que reparten alegremente para las causas más insólitas, y uno lee un día que el ministerio de Exteriores reparte 80 millones de euros en esas cosas y hoy que la Agencia Española de Cooperación y Desarrollo, regala 650.000 euros, dentro de la inutilidad esa de ZP de la Alianza de Civilizaciones, para “analizar las causas de las divisiones que ponen en peligro la paz y proponer una serie de medidas concretas de carácter político”.

Y sí, ya sé que algo más de medio millón de euros es el chocolate de loro, pero si alguien se entretuviese en sumar los cientos de millones de euros que se tiran por ahí en subvenciones igual o más chorras nos escandalizaríamos.

Varios cientos de millones para los sindicatos, varios cientos de millones para los partidos, algunos miles de millones para las teles públicas, menudo ahorro se conseguiría con solo un decreto en el BOE suprimiendo o vendiendo todas las teles públicas y prohibiéndolas y obligando a los sindicatos a vivir de las cuotas de sus afiliados. Pero eso no ocurrirá porque un político sin tele que lo saque macanudo, sin sindicatos aborregados a base de millones y sin pasta para montar numeritos en su partido ni sería político ni nada, como mucho un currante más y de medio pelo.

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