¡Albricias!, ZP ha dicho una verdad por fin.

Todo llega si uno es paciente y espera,  con paciencia puede llegar a verse hasta un imposible como es el que Zapatero diga una verdad. Ese fenómeno paranormal con visos de milagro anonadante tuvo lugar ayer en un restaurante de Castroverde de Campos, Zamora.

El portento ocurrió en el restaurante El Labrador durante un almuerzo privado de ZP, y era privado porque comía con su boca y no con la de Alfredo. Estuvo departiendo con el propietario del figón que le preguntó si pensaba adelantar las elecciones y justo en respuesta a esa pregunta ocurrió el prodigio impensable, Zapatero se sinceró y dijo “Que nadie piense que voy a adelantar las elecciones”, y eso es una verdad más grande que el Everest en invierno.

Yo, tras enterarme del hecho, he vuelto a creer en el ser humano político, el hecho de que ZP el falaz diga algo con semejante carga de verosimilitud es fantástico y merecería que ya mismo alguien labrase en piedra la frase para que dentro de dos mil años siguiese visible para futuras generaciones de incrédulos.

Solo le faltó a ZP verbalizar un pequeño matiz para que el momento hubiese sido memorable e imperecedero por los siglos de los siglos, debería haber dicho la realidad que deja claro que dice la verdad, algo así “Que nadie piense que voy a adelantar las elecciones, las adelantará Alfredo si le interesa.”

Por otro lado hoy me siento normalizado ya que he vuelto a saber de ZP, personaje que había desaparecido de mis deambulares mediáticos hacía ya muchos días