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Sahumerios y arrebatos

Mercadona me abochorna y atenta contra mi intimidad

Recientemente, Mercadona ha cambiado las bolsas de plástico que entrega a sus clientes para que se lleven sus adquisiciones, han dejado de ser opacas y las nuevas son trasparentes. Este hecho me ha provocado graves trastornos y lo considero un atentado a mi intimidad, es por ello que les he remitido una especie de queja o ruego a través de su página web.

Estimados señores y señoras de Mercadona:

Soy cliente de sus supermercados desde hace muchos años, y lo he seguido siendo todo ese tiempo porque me he sentido satisfecho con su servicio, pero ahora estoy dudando seguir siendo cliente de ustedes, salvo que solucionen el grave problema que me están ocasionando y que paso a detallarles.

Ustedes ya deben saber, más que nada porque es su empresa, que de un tiempo a esta parte han cambiado las bolsas opacas que entregaban para retirar nuestra compra por otras trasparentes. Ese simple hecho es el que origina un gravísimo atentado a mi intimidad, hace que me sienta abochornado además de sentir que hago el ridículo avergonzándome en extremo con ello, tanto que ya estoy casi traumatizado. Paso a exponerles solo una de las situaciones desagradables en las que me he visto inmerso y que ocurrió el sábado 30 de abril.

Mi madre es muy mayor y yo me encargo de hacerle la compra, algo que siempre debo realizar en una tienda de Mercadona, es pues otra clienta satisfecha. Esta mañana me ha encargado que le comprase un paquete de seis rollos de papel higiénico y un paquete de servilletas. He ido a una de sus tiendas, he comprado y he salido con mi compra en una de sus bolsas violadoras de mi intimidad. Me he paseado por medio pueblo y todos al pasar mirando lo que llevaba en la bolsa- Qué  vergüenza habré pasado.

Dado que esta tarde tenía que ver a mi madre, he guardado la bolsa en mi casa. Mi madre me ha pedido que la esperase a las 20:30 a la puerta de la iglesia para acompañarla a casa ya que decía que no caminaba hoy muy bien. Así que he ido a la puerta de la iglesia con su bolsa trasparente y el papel higiénico en ella.

Hoy es día de celebración de comuniones y a la puerta de la iglesia había varios cientos de personas esperando el final de la ceremonia, y allí he estado yo, esperando 20 minutos, pasando vergüenza a espuertas, con el papel higiénico de mi madre. Pues la ceremonia se ha alargado y ha habido tiempo no solo de avergonzarme, sofocarme, sentirme ridículo, sonrojarme y verme afrentado por las miradas de aquellas gentes sino de acordarme y mucho de ustedes.

Y todo por culpa de haber puesto ustedes bolsas trasparentes. Como no quiero hacerles sentir mal, no les contaré el calvario por el que pasé el día que, viendo el buen precio que tenían ustedes, compré ocho cajas de condones y tuve que pasearlas en su bolsa trasparente por toda la calle mayor del pueblo.

Por todo lo expuesto, como cliente de larga data, exijo que vuelvan a poner ustedes bolsas opacas, y que al menos pueda uno elegirlas si mantienen las trasparentes cuando tenga que pasear ciertas mercancías compradas en sus tiendas.

Había pensado demandarles por daños morales y ataque a mi intimidad, pero considero, como persona civilizada que creo ser, que primero debo exponerles el caso y esperar que lo solucionen.

Muchas gracias.

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