ERE, una minucia de nada.

Esa cosa de los ERE de Andalucía cada día que pasa se parece más al famoso patio de Monipodio aunque hay expertos que lo discuten con fiereza afirmando que a estas alturas los ERE  es el caso más claro y paradigmático del auténtico puerto de arrebatacapas. Disquisiciones bizantinas aparte sobre si son galgos o podencos, la realidad es que el asunto es la releche.

Aunque si analizamos a fondo los datos que se disponen vemos que la investigación en marcha ha detectado que existe fraude en el 51% de los casos estudiados. Pero claro, ahora ese dato hay que valorarlo y uno, si no es torticero, ni manipulador, ni anti PSOE, ni de la extrema derecha, ni un antipatriota, puede apreciar con meridiana claridad que en el 49% de los casos no existe ninguna salvedad, término este utilizado por el consejero andaluz de Empleo Manuel Recio para denominar el fenómeno ocurrido con los ERE.

Tenemos pues que el 49% de los ERE no presentan ni una sola incorrección, eso supone un altísimo porcentaje de honestidad, buen hacer, y gestión admirable. Lo otro es una minucia cargada de nimiedad que se intenta utilizar con fines espurios por quienes no entienden los mecanismos socializadores del PSOE y sus admirables gestores.

Haría bien el PP en no intentar subirse al carro de los ERE para arrimar unas mínimas salvedades a su molino electoral y más teniendo por ahí el caso Gürtel que eso sí clama al cielo. Nadie podrá comparar nunca los ciento y pico años de honradez del PSOE con los escasos años de trinque desmedido del PP y quien lo haga se las verá con Rubalcaba y doña Pajín.