Viviendas privadas para fumadores.

El invierno no ha acabado, luego vendrán las lluvias, luego las calores, y los fumadores lo tendrán complicado para estar cómodamente al plato y a las caladas, por ello me permito regalar al sector hostelero alguna que otra idea que les posibilite el que sus clientes puedan fumar en sus locales sin tener que incumplir la ley y sin salir a la calle a sufrir los rigores del invierno.

La idea se simple en su sencillez, se trata de convertir en vivienda privada la parte del local en la que se permitirá fumar. Cada uno en su casa hace de su capa un sayo y los humos están permitidos. Bastaría que la parte del restaurante, bar o establecimiento de copas que se quiera dedicar a fumadores se separase físicamente del resto, con una puerta de acceso en la que pusiese eso de “vivienda privada”, y ya que cada uno invita a su casa a quien quiere, los clientes fumadores pasarían a la vivienda a fumar y luego volverían a su tarea gastronómica o del tipo que sea.

Hay que felicitar al hostelero gallego que ha puesto una furgoneta a la puerta de su local para que los fumadores le den al vicio nefando sin estar a la intemperie. Esa gran idea debería extenderse llegando al extremo de ubicar a las puertas de los locales autobuses y similares. Cierto que durarán solo los meses que necesite Leire Pajín para actuar y volver a joder a los fumadores con su persecución.