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Sahumerios y arrebatos

Acojonamiento climático haciendo montañas de granos de arena.

Un proyecto de la NASA se dedica a pesar el hielo que pierde Groenlandia por medio de un sofisticadísimo sistema que emplea un par de satélites que vuelan en tándem, muy próximos entre sí (separados 220 km), y esa distancia se puede medir con una asombrosa precisión de micras. Cuando el primer satélite pasa sobre Groenlandia, la mayor gravedad de la masa de hielo le afecta acelerándolo un poco lo que provoca que se distancie del segundo satélite que aun no se ha visto afectado por dicha gravedad. Registrando las variaciones de la distancia que separa a ambos satélites cuando sobrevuelen Groenlandia se puede calcular el peso de la gran isla y saber en qué cantidad disminuye el hielo.

Según el responsable del proyecto,
Scott Luthcke,

La isla ha ido perdiendo peso, un promedio de 183 gigatoneladas (o 200 kilómetros cúbicos) de hielo cada año durante los últimos seis años. Eso es un tercio del volumen de agua en el Lago Erie todos los años. La disminución de la capa de hielo de Groenlandia es una de las evidencias más poderosas del calentamiento global.”

Utilizando los cálculos que hace Willis Eschenbach en un artículo que publica en la web
Watts Up With That?, podemos hacernos una idea sobre lo atinado de la afirmación acojonadora del señor Luthcke. Aunque proporciona una comparación con el volumen de agua del lago Eire, eso realmente no nos dice si Groenlandia se derrite mucho, poco o casi nada.

La masa de hielo de Groenlandia es de unos 3.000.000 de kilómetros cúbicos, es fácil averiguar con una simple regla de tres qué porcentaje de ese hielo se derrite cada año, y resulta que según esa maravilla espacial que pesa Groenlandia se pierde cada año un 0,0066% del hielo groenlandés. Dicho de otro modo, a ese ritmo de deshielo Groenlandia quedaría sin nada de él dentro de 15.000 años y eso suponiendo, que es mucho suponer, que siguiese derritiéndose así año tras año durante muchos miles de años.

Visto así ya no acojona tanto, pero esa información no se da. Y además, como dice Eschenbach, es muy difícil de tragar que eso sea evidencia del calentamiento global si solo se dispone de datos de seis años a esta parte y por tanto no se sabe nada sobre la cantidad de hielo que se ha venido derritiendo en años anteriores. Eso significa que no hay nada con lo que comparar, y que la afirmación de calentamiento se la sacan de la manga.

Pero eso tampoco importa, lo que importa siempre es agarrarse a unas cifras, sacralizarlas, darles una relevancia que no tienen, ocultar su importancia real y concluir que demuestran que el calentamiento global es una realidad apabullante.

Nos engañan deliberadamente haciendo juegos malabares con las cifras y las retuercen para que parezca que indican lo que a los acojonadores climáticos les interesa, esa es la ciencia que utilizan y esa es la basura con la que fabrican las ruedas de molino que quieren que comulguemos.


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