Garzón y el etarra que ama y mima a su mamá.

Garzón es un juez con sentimientos, con corazón, que es capaz de apiadarse de una madre que sufre y de su hijo que la ama, y luego van diciendo de Garzón que si esto, que si lo otro y más grave aun que si lo de más allá. La maldad humana no conoce límites y lo que están haciendo con Garzón es una auténtica persecución que casi roza el genocidio, ahora la jauría que le acosa está intentando acorralarlo de nuevo por haber liberado a una persona humana que tiene una mamá que lo ama y él ama y mima a su mamá y por eso ha pedido a Garzón que le deje en libertad porque quiere cuidar a su mamá enferma.

Garzón, que a compasivo pocos le ganan, ha firmado un auto en el que reconociendo que esa persona con tan gran amor filial está inmersa en una grave circunstancia humanitaria, ha suavizado su situación de prisión “para hacer compatible el cuidado de la madre y la disposición del procesado a favor de este órgano judicial”.

Un juez sensible al dolor humano debe ser insensible a los cantos de las sirenas crueles que le dicen que el hombre que ama y mima a su mamá es un etarra de los importantes, que los etarras matan personas que tienen madres con lo que se quedan esas madres sin hijos que las cuiden y las mimen cuando estén enfermas, que el etarra ha pagado 30.000 euros de fianza y que podría pagar igualmente a una persona que cuidase de su madre, que tiene dos hermanas que podrían cuidar de la que también es su madre, pero al parecer las hermanas no aman ni quieren mimar a su mamá.

Garzón, con valentía, pundonor, honestidad, sensibilidad, compasión hacia los seres que sufren, conmiseración con el dolor ajeno y piedad, ha dejado en libertad a ese buen hijo para que cuide a su madre y eso es misericordia digna de alabanza. Mientras, la jauría fascista de la extrema derecha anda hostigándole con acusaciones de tener manga ancha con ETA.

Documentación.
           
Auto de Garzón liberando a Usabiaga.