Blogia
Sahumerios y arrebatos

La patraña del CO2 bueno y la infinita credulidad humana.

Alguien dijo una vez, y ganó una apuesta con ello, que la credulidad humana no era inmensa sino que era infinita. Invéntate cualquier historia, dale forma, publicítala y seguro que encontrarás cientos, miles o millones que se lo crean por más patraña que sea. Viene a cuento esto por la patraña del CO2 maligno, perverso, venenoso y destructivo que generamos los humanos y que estos días se ve enfrentado al CO2 natural emitido por el volcán islandés. Resulta que muchos seguidores de la secta calentóloga andan haciendo palmas con las sinapsis porque el planeta se está beneficiando mucho por el parón del tráfico aéreo propiciado por la rebelión de la Tierra vía volcán Eyjafjallajokull.

Hablando de memoria, porque se ha ido la luz y no tengo acceso a los datos, parece ser que el volcán ha lanzado a la atmósfera en este lapso de tiempo unos seis millones de toneladas de CO2 natural del bueno y ecológico, sin embargo la reducción del CO2 perverso y venenoso emitido por los aviones ha sido de un millón de toneladas, pero ya que otro tipo de tráfico, ferroviario, marítimo y por carretera ha sustituido en parte el trabajo de los aviones parados, se ha emitido una cantidad adicional de CO2 del malo de una entidad casi similar a la ahorrada por el parón aéreo.

Puede que algunos que lean esto o cosas parecidas concluyan, al igual que hacen muchos calentólogos, que la cosa no es tan mala porque después de todo lo que se ha incrementado ha sido el CO2 bueno porque todo lo natural es bueno y todo lo que la Tierra hace por defenderse de los salvajes ataques del hombre es bueno por naturaleza.

Y ya tenemos una nueva patraña convertida en dogma y en verdad incontrovertible, el CO2 de los aviones es perjudicial para el planeta y favorece el calentamiento climático del cambio global, mientras que el CO2 que emiten los volcanes es diferente, es natural y es beneficioso para el planeta, y el que diga que todo el CO2 es lo mismo está favoreciendo el negacionismo climático y dejando sin futuro a nuestros tataranietos.

La realidad a veces sí que es perversa con los crédulos, en este caso todo el CO2, venga de donde venga es bueno porque el CO2 es la vida, sin embargo lo han convertido en un contaminante  y eso demuestra la tesis de que la credulidad humana es infinita.

0 comentarios