El País, por fin, editorializa sobre la patria.

La patria es término tabú para la progresía multicultural roja de izquierdas para los que ser patriota y ser de extrema derecha facha es todo uno. La patria, para los portadores de valores de izquierda, es incompatible con el progreso, es algo retrógrado propio de franquistas recalcitrantes. La patria española siempre ha sido término discutido y más que discutible asociado siempre a perversos nacionalistas españolistas que se regodean portando banderas españolas por las calles y que aspiran a un nuevo centralismo esclavizador de las naciones ibéricas. Hoy publica El País un editorial que titula “Visiones de la patria”.

Esas visiones de la patria que nos proporciona la homilía prisáica le hacen a uno sonreír mientras suelta para sus adentros un “estos tíos tienen que estar enfermos si por fin hablan de la patria”, no obstante queda todo muy claro al leer el mentado editorial “Visiones de la patria”, todo sigue igual, no hay más patria que la de los nacionalistas vascos, catalanes, gallegos et al. Eso ya es más lógico, los nacionalistas vascos tienen una patria vasca, los del PSOE catalán y resto de nacionalistas tienen una patria catalana, pero los españoles no tenemos derecho a tener y querer una patria española, siempre ha habido clases.

Leo eso de “Visiones de la patria” y solo me trae a las mientes las “divisiones de la patria” que es otra sangrante desigualdad entre las patrias vasca, gallega, catalana y la española. La patria española es divisible porque sí, pero las otras patrias son indivisibles por derecho. Ser patriota vasco está bien visto, serlo español es condenable. Lucir la bandera vasca o catalana está la mar de bien, hacer lo mismo con la española es hacer un mal uso de los signos del estado. Zapatero ya marcó el camino cuando dijo aquello de “Mi patria es mi libertad”, la mía es España pero queda feo decirlo según muchos de la progresía izquierdista.