Zapatero expropia la tierra a todo el mundo y la da al viento.

Me busqué un moco porque la situación lo requería, dos paquetes de pañuelos de papel, una gran bolsa de palomitas, volví a poner el video de  las grandes palabras de Zapatero y lloré a moco tendido oyéndole, con los pelos como escarpias de gallina, temblando de emoción de ver con qué valor estaba robando sus tierras a todos los terratenientes terrícolas. Y luego dicen que mi Zapatero no es valiente, ahí estaba, él solo frente al mundo haciendo la expropiación de tierras más masiva que jamás nadie haya hecho, lo dijo alto, lo dijo claro, claro que lo dijo, “Nuestra tierra, en la que viven pobres, demasiados pobres, y ricos, demasiados ricos. La tierra no pertenece a nadie. Salvo al viento”

Seguí llorando a moco tendido hasta que caí en la cuenta de que quien hablaba era mi ZP el maestro de la ceja circunfleja y entonces me puse furioso, alcé mis brazos al cielo y le estampé a una nube que por allí pasaba “¿Pero es que no hay ni una sola plaza de frenopático multicultural disponible de Dinamarca para abajo para este orate?”

Hace un momento me entero de que no es que nadie más tenga el valor para decir las majaderías que dice ZP, lo que ocurre es que nadie paga, como él ha pagado con nuestros dineros, los más de trescientos millones de euros para que le dejen decir esas cosas propias de un orate sin sitio en frenopático de alto diseño multicultural.

Yo paso y admito que nos gobierne un rojo, pero no un rojo chiflado. Acepto que nos dirija un socialista, pero no un socialista perturbado. Paso porque estemos en manos de un tío de izquierdas al que se le ha ido la olla, pero no si está como una cabra, resumiendo, prefiero la cabra.