Empresario atraca 5 bancos para pagar acreedores.

Es domingo y teóricamente tenemos tiempo para reflexionar, para meditar sobre esta realidad que tiene como señas de identidad el asesinato de una joven en Sevilla y el despiporre con el PP y en el PP. Poco más tiene esa realidad, aunque si la reflexión la alargamos hasta el minuto y 34 segundos igual alcanzamos a pensar sobre lo que tiene que estar pasando en este país para que un empresario atraque 5 bancos y emplee el dinero robado en pagar a sus acreedores.

El Periódico lo publica así encabezado “Un empresario arruinado atraca 5 bancos para saldar sus deudas”

“Acuciado por los acreedores y desesperado porque los clientes no le pagaban, se convirtió en atracador. El ladrón de bancos más buscado los últimos meses en Lleida ha resultado ser un empresario de 52 años. Un hombre de clase media alta sin antecedentes penales que destinó los 80.000 euros sustraídos de cuatro sucursales bancarias de Lleida y de Huesca a saldar deudas pendientes”.

Como tema de meditación dominical no está mal. La crisis que es capaz de provocar cosas así no es crisis internacional, pues de todos es sabido que lo que los empresarios agobiados hacen en una crisis como Dios manda es tirarse al vacío, pero en España hay otro tipo de crisis más carpetovetónica que induce a los empresarios a hacer auténticas barbaridades como querer quemarse a lo bonzo para que un ayuntamiento le pague y el empresario agobiado pueda pagar lo que debe, o andar por ahí atracando bancos y nada más salir del banco atracado se va el atracador a otro banco e ingresa el botín para poder pagar los impagados y descubiertos que tiene.

No quiero pensar que este fenómeno se extienda ante el cierre del grifo del crédito bancario a las pequeñas y medianas empresas a las que no les dan, no ya una línea de crédito, sino que ni les dan una rayita de pasta. Pero sin embargo a las grandes empresas no les falta de nada, hace dos días salió la noticia de que habían renovado por tres años más los créditos de cientos de millones de euros que le vencían a PRISA dentro de unos días. Yo me alegro por Cebrián y compañía, pero creo que deberían ser un poquito solidarios, solo un poquitín, y explicar a todos esos empresarios a los que no renuevan los bancos ni un crédito de 10.000 euros, cómo ha conseguido PRISA que le renueven créditos por cientos de miles de millones de pesetas.

Unos tanto y otros a robar bancos para pagar. No soy abogado pero el del atracador bien podría alegar la eximente de buena práctica comercial o como se llame al empeño de hacer todo lo habido y lo por atracar para pagar a los acreedores, aunque me temo que el empresario en lugar de conseguir una línea de crédito bancario haya conseguido una línea de descrédito.