El País le pide al juez Garzón que delinca
El País, en su homilía editorial laica dominical de hoy, hace un uso extensivo del dogma progre número 5, el que dice “ Si el hecho X lo comete la derecha o gentes de derechas se instará las autoridades a que se les aplique el estado de derecho y sean juzgados y condenados por su delito sin eximente alguna. Si el hecho X lo perpetra la izquierda o gentes de izquierdas el estado de derecho velará para salvaguardar el derecho de esas personas a realizar el hecho X en base a un ejercicio solidario y con talante de sus libertades democráticas”. Cuando eso se le pide a un juez, como hace hoy El País con el juez Garzón al pedirle que tipifique como genocidio únicamente la represión franquista y no la republicana, se le está pidiendo que cometa un delito, desconozco si su tipificación penal es la de prevaricación, la de denegación de auxilio a la justicia, u otra.
En el editorial de hoy que El País titula “Las fosas” se hace un ejercicio de malabarismo perverso y sectario para intentar obligar a Garzón a que declare las masacres cometidas por los franquistas en la Guerra Civil y en años posteriores como genocidio lo que le daría derecho a seguir la causa que ha iniciado, pues insiste en que en estos momentos Garzón está metiendo la pata judicial con el tinglado que ha organizado con lo de las fosas pues carece de atribuciones. Pero como verán, la perversidad infame está en que insiste en que se persiga el teórico genocidio cometido por Franco y los suyos, pero para nada le insta a Garzón a hacer algo similar con las masacres genocidas cometidas por los del lado republicano.
“ Cabe preguntarse si el juez está haciendo un uso correcto de sus atribuciones, puesto que ha iniciado un procedimiento propio de la fase de instrucción sin haber decidido aún si es competente ni tampoco si los delitos que están detrás de esos enterramientos clandestinos son perseguibles. Ambos puntos quedarían solventados si Garzón encontrara la manera de tipificar la represión franquista como genocidio, en cuyo caso no existiría prescripción para los delitos cometidos y la Audiencia Nacional sería competente.”
Bien claro lo dice, Garzón solo puede hacer lo que está haciendo si, y solo si, consigue tipificar la represión franquista como genocidio. Pero resulta que si uno va a documentarse sobre qué se considera genocidio se encuentra con la definición que se dio en la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio creada por la ONU en 1946 y que bien clarito dice:
“ Artículo II: En la presente Convención, se entiende por genocidio cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal:
a) Matanza de miembros del grupo;
b) Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo;
c) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial;
d) Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo;
e) Traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo.”
Sin entrar en la represión realizada por el bando republicano en general por motivos políticos, que fue del mismo tipo aunque puede que no en igual cantidad que la represión franquista, hay un hecho indiscutible, que los republicanos persiguieron y asesinaron a miles de personas, sacerdotes, religiosos, monjas y seglares por el hecho de profesar y practicar la religión católica, y eso es algo que entraría en la definición de genocidio por destruir parcialmente un grupo religioso por ser tal.
Dicho de otro modo, caso de que se tipificase la represión franquista como genocidio, el juez vendría obligado a tipificar del mismo modo la represión republicana, pues hay indicios más que sobrados para esa tipificación y debería en tal caso investigar qué personas, vivas aun, participaron en ambos genocidios y debería llamarles declarar como imputados, comenzando entre otros por Santiago Carrillo.
Pero El País solo le pide a Garzón que convierta en genocidio la represión franquista, no la republicana, y eso dicho en román paladino es sectarismo puro y duro, aquí o todos genocidas o sobre todos pasamos la página de la historia y nos dedicamos a vivir en paz y sin enfrentamientos que buscan montar un pitote tipo pifostio con visos de rifirrafe social que haga olvidar que Zapatero nos ha llevado a la ruina política y económica.
Son tan cínicos, tan impúdicos, tan desfachatados, tan mendaces, tan groseros y tan sectarios los chicos de El País, que tras pedir que solo se persiga como genocidas a los del bando franquista, dejando a los de su bando como santos laicos y patriotas defensores de la legalidad republicana, van y dicen los muy abridores de viejas heridas:
“ Tampoco tendría ningún sentido que los partidos se enzarzasen en una discusión en torno a la metáfora de si el cumplimiento de sus funciones por parte del Estado abre o cierra heridas.”
Así como alabo a los de El País cuando se ponen legales, aunque sea como revancha por los cuernos que les pone Zapatero con los de la Sexta Público Mediapro, también denigro a los prisáicos cuando se ponen en plan sectario y encima quieren crear un enfrentamiento civil con sus parcialidades.
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