Para el asesino la comodidad judicial pero no para la victima.

De Juana Chaos, por más que tenga cumplidas sus condenas, no deja de ser un asesino convicto, un asesino múltiple, un asesino vesánico que se regodea asesinando y con los asesinatos de su banda. No es un ciudadano modelo, no es un ciudadano que merezca ni el más leve indicio de consideración de ningún tipo, no es un ciudadano al que haya que contentar en nada, es un asesino al que hay que hacer la puñeta siempre que sea legal hacerle la puñeta, al que hay que amargarle el día siempre que sea legal amargarle el día, al que hay que aplicar la ley sin favor alguno. Eso es lo que debería ser, pero en este país nuestro se ven tantas cosas incomprensibles que son tan comprensibles que dan ganas de vomitar.

Si al hecho del trato especialmente favorable al asesino por hacerle declarar, si declara, en su ciudad, para que no se moleste en desplazarse a la Audiencia Nacional como el resto de los mortales, le unimos el hecho de que una víctima del terrorismo fue obligada a peregrinar por los escalones de la Audiencia y no declaró en su ciudad, ya se puede con todo el derecho del mundo decir que esto es un pitorreo denigrante. Sabemos y bien sabido que muchas decisiones judiciales se toman atendiendo a lo que llaman alarma social, si tal cosa provoca alarma social se hace de este modo, y si no la provoca de tal otro modo. Pues en el caso del asesino de 25 personas el trato de favor provoca alarma social y aun así sigue manteniéndose.  Aquí la alarma no vale un pimiento, y todo sea por no molestar al asesino especializado en matar y en hacer huelgas de hambre con mucho sexo y sanguiches.

¿Dónde tiene la sensibilidad el juez Eloy Velasco?, ¿con esta decisión está arrastrando la toga por el barro del camino como dijo Pumpido que hay que hacer cuando ello se precisa?.

Gol a favor de los terroristas marcado en propia meta por don Eloy. Señor juez, hágale la puñeta al asesino, hombre, y si es que le da miedo oposite a guardia forestal.