Zapatero aún lleva corbata, el planeta se resiente.
Lo que no consiguieron los terribles años del comunismo del GULAG y siguientes ni otras ideologías anti corbata lo va a lograr con seguridad el papanatismo ecoclimático. La corbata tiene los días contados, en España en concreto fenecerá el día que Zapatero se conciencie del daño que está originando al planeta llevando corbata allá donde va y con el agravante de que los antecedentes establecidos por sus homónimos de otros países como China con su viceprimer ministro Zeng Peiyan o Japón con su primer ministro sin corbata Junichiro Koizumi, le indican a nuestro presidente que en su Pacto con el Planeta debe incluir de forma inmediata el no utilizar esa prenda de efecto invernadero tan favorecedora del cambio climático, sección calentamiento global.
Aquí en España, nuestros salvadores del planeta de pacotilla mucho largar, mucho discursito, muchas sesiones de plañideros farisaicos pero siguen con la corbata cuando hace mucho que se ha demostrado que una de las maneras de atajar el cambio climático es prescindir de tan demoníaca prenda.
El País, que ya con anterioridad ha tratado el tema en profundidad, como el pasado 22 de junio en que dio un sonoro aldabonazo en nuestras conciencias con aquel articulo titulado “Sin corbata para ahorrar energía”, vuelve hoy con su impagable tenacidad, con su esfuerzo concienciatorio, con su desinteresada e incansable lucha para salvar a nuestro planeta de la hecatombe climática a incidir en el tema de la perversidad diabólica de la corbata.
El País, faro de la progresía global concienciada, lanza como digo una noticia que debe hacer pensar a Zapatero en el pésimo ejemplo que da al país al seguir portando corbata. Publica un precioso y conmovedor artículo titulado “China arrincona a la corbata y el traje en su lucha contra el cambio climático”.
Solo con el titular nos es suficiente como para ver que el Pacto con el Planeta que firmó recientemente José Luís Rodríguez Zapatero deja mucho que desear. Yo, que soy un habitante de la Tierra solidario con mi planeta, jamás he usado corbata, salvo el día de mi boda y ocho o nueve veces más, eso hace que pueda dormir con la conciencia tranquila y la calefacción apagada y no como otros que no quiero señalar aunque lleven como seña de identidad una enorme Z.
Está visto que solo el papanatismo ecoclimático nos hará libres por fin y lo dice uno convencido de que si el planeta no se ha ido ya al carajo es porque este menda ha circulado 55 años por el planeta sin lucir la prenda de la ignominia y la degradación, la corbata asesina, aunque se que podría haber hecho más por mi planeta yendo en pelota picada en verano y no lo he hecho. Mea culpa.
NOTA: La llamo la corbata asesina porque nuestros prohombres de la cosa climática han demostrado fehacientemente que el cambio climático ya ha originado muchas catástrofes ambientales que han originado muchas muertes, ergo si la corbata provoca el cambio climático que origina muertes se puede hablar de corbata asesina.
Aquí en España, nuestros salvadores del planeta de pacotilla mucho largar, mucho discursito, muchas sesiones de plañideros farisaicos pero siguen con la corbata cuando hace mucho que se ha demostrado que una de las maneras de atajar el cambio climático es prescindir de tan demoníaca prenda.
El País, que ya con anterioridad ha tratado el tema en profundidad, como el pasado 22 de junio en que dio un sonoro aldabonazo en nuestras conciencias con aquel articulo titulado “Sin corbata para ahorrar energía”, vuelve hoy con su impagable tenacidad, con su esfuerzo concienciatorio, con su desinteresada e incansable lucha para salvar a nuestro planeta de la hecatombe climática a incidir en el tema de la perversidad diabólica de la corbata.
El País, faro de la progresía global concienciada, lanza como digo una noticia que debe hacer pensar a Zapatero en el pésimo ejemplo que da al país al seguir portando corbata. Publica un precioso y conmovedor artículo titulado “China arrincona a la corbata y el traje en su lucha contra el cambio climático”.
Solo con el titular nos es suficiente como para ver que el Pacto con el Planeta que firmó recientemente José Luís Rodríguez Zapatero deja mucho que desear. Yo, que soy un habitante de la Tierra solidario con mi planeta, jamás he usado corbata, salvo el día de mi boda y ocho o nueve veces más, eso hace que pueda dormir con la conciencia tranquila y la calefacción apagada y no como otros que no quiero señalar aunque lleven como seña de identidad una enorme Z.
Está visto que solo el papanatismo ecoclimático nos hará libres por fin y lo dice uno convencido de que si el planeta no se ha ido ya al carajo es porque este menda ha circulado 55 años por el planeta sin lucir la prenda de la ignominia y la degradación, la corbata asesina, aunque se que podría haber hecho más por mi planeta yendo en pelota picada en verano y no lo he hecho. Mea culpa.
NOTA: La llamo la corbata asesina porque nuestros prohombres de la cosa climática han demostrado fehacientemente que el cambio climático ya ha originado muchas catástrofes ambientales que han originado muchas muertes, ergo si la corbata provoca el cambio climático que origina muertes se puede hablar de corbata asesina.
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