El Supremo dice que no se puede expulsar a los ilegales.
Vivimos en un país de locos donde el concepto de capacidad limitada se entiende como aquel fenómeno que permite ubicar en un espacio determinado una cantidad infinita de personas. Según el Tribunal Supremo, y como resultado de las leyes vigentes, dictamina que a los ilegales no se les puede expulsar simplemente por el hecho de ser ilegales si no hacen nada que sea grave, en el caso de andar solo por aquí sin papeles se les debe multar, y como la mayoría son insolventes, en la practica se está diciendo que están bien como están y donde están.
Lo que jamás hemos asumido es que ese tipo de informaciones corre como la pólvora y ya sin tam-tam por todos los países del globo del que salen los futuros ilegales. Para ellos, que no solo arriesgan su vida sino grandes cantidades de esfuerzo y dinero, es vital saber a donde ir que no les vayan a dar puerta nada más llegar. Si a las palabras de Caldera estimulando el efecto llamado se une la noticia de que en España el más alto tribunal establece que una vez en España, si se portan bien y no delinquen no se les podrá expulsar, pues mayor atractivo para venir no pueden encontrar.
Por otro lado, como no se puede castigar un mismo delito más de una vez, imagino que cuando a un ilegal se le multa una vez ya no se le podrá multar más por ser sin papeles, con lo que la multa será para el como la tarjeta de residencia, le bastará enseñarla para que ya ni multarlo puedan, aunque no haya pagado la multa inicial.
Yo desde siempre he considerado que si en este país hacen falta seis millones de personas que vengan de fuera a trabajar, que vengan esos 6 millones con su documentación, para que no se les explote aquí y que si son contratos temporales, una vez finalizados regresen a sus países y si dentro de un año se les vuelve a necesitar que vuelvan a trabajar, y si tienen trabajo indefinido que se queden indefinidamente. Pero eso de ancha es Castilla y aquí caben todos los que vengan ya es demencial, pero como no es políticamente correcto decir que quien entra sin papeles debe salir con los papeles necesarios para regresar a su país, aquí tenemos leyes que permiten a los jueces del Supremo dictaminar que a los sin papeles se les pone una multa y ya tienen el papel que les quita el estigma de indocumentados e ilegales.
Como ejemplo bien vale solo un cayuco de los que llegan a Canarias desde Senegal, tras recorrer casi 2.000 Km. de océano ¿alguien considera a esos esforzados y valientes seres humanos gilipollas que van a venir aquí sabiendo que a los dos días estarán de vuelta en Senegal?.
Lo que jamás hemos asumido es que ese tipo de informaciones corre como la pólvora y ya sin tam-tam por todos los países del globo del que salen los futuros ilegales. Para ellos, que no solo arriesgan su vida sino grandes cantidades de esfuerzo y dinero, es vital saber a donde ir que no les vayan a dar puerta nada más llegar. Si a las palabras de Caldera estimulando el efecto llamado se une la noticia de que en España el más alto tribunal establece que una vez en España, si se portan bien y no delinquen no se les podrá expulsar, pues mayor atractivo para venir no pueden encontrar.
Por otro lado, como no se puede castigar un mismo delito más de una vez, imagino que cuando a un ilegal se le multa una vez ya no se le podrá multar más por ser sin papeles, con lo que la multa será para el como la tarjeta de residencia, le bastará enseñarla para que ya ni multarlo puedan, aunque no haya pagado la multa inicial.
Yo desde siempre he considerado que si en este país hacen falta seis millones de personas que vengan de fuera a trabajar, que vengan esos 6 millones con su documentación, para que no se les explote aquí y que si son contratos temporales, una vez finalizados regresen a sus países y si dentro de un año se les vuelve a necesitar que vuelvan a trabajar, y si tienen trabajo indefinido que se queden indefinidamente. Pero eso de ancha es Castilla y aquí caben todos los que vengan ya es demencial, pero como no es políticamente correcto decir que quien entra sin papeles debe salir con los papeles necesarios para regresar a su país, aquí tenemos leyes que permiten a los jueces del Supremo dictaminar que a los sin papeles se les pone una multa y ya tienen el papel que les quita el estigma de indocumentados e ilegales.
Como ejemplo bien vale solo un cayuco de los que llegan a Canarias desde Senegal, tras recorrer casi 2.000 Km. de océano ¿alguien considera a esos esforzados y valientes seres humanos gilipollas que van a venir aquí sabiendo que a los dos días estarán de vuelta en Senegal?.
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