Según El País el Supremo se salta la Ley de Partidos.
La Ley de Partidos de junio de 2.002 establece en su artículo 12, apartado 1, párrafo a, que “Tras la notificación de la sentencia en la que se acuerde la disolución, procederá el cese inmediato de toda la actividad del partido político disuelto. El incumplimiento de esta disposición dará lugar a responsabilidad, conforme a lo establecido en el Código Penal”.
Yo no tengo formación en leyes, pero le ley me obliga a su conocimiento, por tanto usando de mi conocimiento entiendo que si las conversaciones del PSE se hicieron con personas que antiguamente pertenecieron a Batasuna pero que ya no la representan, la sentencia sería correcta, pero si la entrevista fue con personas que representan a Batasuna se estaría incurriendo en el delito que indica ese párrafo de la Ley de Partidos.
Solo nos queda pues aclarar ese aspecto, para ello nada como recurrir a quienes más saben del asunto, los especialistas de El País. Hoy publican un editorial en el que dejan bien claro que la entrevista se realizó con Batasuna no con unos mindundis que actualmente ya no tienen nada que ver con ese partido ilegalizado. El editorial se titula Desjudicializar y defiende la tesis del gobierno Zapatero de que no es nada ilegal negociar con ETA Batasuna, solo que, como es habitual últimamente en El País, se les escapa información que justo demuestra lo contrario de lo que quieren defender. Hoy dicen positivamente que las conversaciones se hicieron con Batasuna, ergo cometieron un delito.
“Esta resolución anticipa el desenlace probable de las causas abiertas por el mismo motivo contra los dos dirigentes del PSE, Patxi López y Rodolfo Ares, y contra el lehendakari Ibarretxe por otra reunión anterior con Batasuna.”
Ven como El País dice, blanco sobre negro, que el PSE e Ibarretxe se reunieron con Batasuna ETA, luego dice que el Tribunal Supremo se ha saltado la Ley de Partidos.
Lo interesante de estos chicos atolondrados de El País es que no solo dicen la verdad que no les interesa una vez, sino varias.
“La ilegalización de Batasuna no prohíbe expresamente a los demás partidos mantener contactos con los que fueron dirigentes de esa formación, los cuales, por otra parte, conservan íntegros sus derechos civiles y políticos. Reunirse con los jefes de Batasuna cuando esa organización no ha dado el paso de desvincularse de ETA puede merecer un reproche político; pero para que hacerlo constituya un delito penal tendría que existir una prohibición expresa.”
Si hay jefes de Batasuna es porque Batasuna ETA sigue en activo, si los jefes de Batasuna se reúnen con alguien eso es una actividad de Batasuna, ya que en otro caso no se hablaría de jefes de Batasuna sino de fulanito y menganito antiguos jefes de Batasuna. Por tanto si Batasuna realiza una actividad como tal Batasuna eso da lugar a responsabilidades conforme a lo establecido en el Código Penal.
El último párrafo del editorial demuestra el soberbio desconocimiento de la ley de que hacen gala los editorialistas con tal de remachar el mensaje de que los malos de esta película no son los de ETA sino los del PP.
“El PP podía haber argumentado que tenía sus razones para criticar la iniciativa de Patxi López, arguyendo que suponía reconocer como interlocutor a una Batasuna que se negaba a acatar la ley de partidos. Pero al darle tratamiento de delito penal, el PP contribuyó a sacarlo del debate político y a convertirlo en motivo de ruptura. Un error (o una actuación de mala fe difícilmente compatible con el delicado momento que vive el país) que el auto de ayer debería ayudar a corregir”.
Señores editorialistas de El País, si el PP arguye que la iniciativa de Patxi López supone reconocer como interlocutor a Batasuna, ello implica que Batasuna sigue activa, y si sigue activa incurren los que se reúnen en lo que establece la Ley de Partidos en su artículo 12, apartado 1, párrafo a, que las actividades de un partido político ilegalizado son ilegales y se les debe aplicar lo dispuesto en el Código penal a quienes las realizan, luego el PP hizo lo correcto al darle tratamiento de delito penal. Lógicamente quien participa en una ilegalidad, como Patxi López de algo ilegal tendrá que responder.
Para terminar nada como una garzonada, pues Garzón, sabiendo como sabe que Batasuna sigue activa, y que eso es una ilegalidad, va el buen hombre y pésimo juez y autoriza expresamente la reunión con Batasuna, según El País. En estos asuntos jamás falta un roto, digo un garzón, para un descosío. Menuda carrera la de este hombre, de justiciero del GAL a paladín de ETA, al menos en sus reuniones.
Uno de los pilares de la hoja de ruta de Zapatero al infierno es incumplir las leyes que preciso fuese pero consiguiendo que se diga en las instancias que se precisen, judiciales incluidas, que no se incumple ninguna ley.
Yo no tengo formación en leyes, pero le ley me obliga a su conocimiento, por tanto usando de mi conocimiento entiendo que si las conversaciones del PSE se hicieron con personas que antiguamente pertenecieron a Batasuna pero que ya no la representan, la sentencia sería correcta, pero si la entrevista fue con personas que representan a Batasuna se estaría incurriendo en el delito que indica ese párrafo de la Ley de Partidos.
Solo nos queda pues aclarar ese aspecto, para ello nada como recurrir a quienes más saben del asunto, los especialistas de El País. Hoy publican un editorial en el que dejan bien claro que la entrevista se realizó con Batasuna no con unos mindundis que actualmente ya no tienen nada que ver con ese partido ilegalizado. El editorial se titula Desjudicializar y defiende la tesis del gobierno Zapatero de que no es nada ilegal negociar con ETA Batasuna, solo que, como es habitual últimamente en El País, se les escapa información que justo demuestra lo contrario de lo que quieren defender. Hoy dicen positivamente que las conversaciones se hicieron con Batasuna, ergo cometieron un delito.
“Esta resolución anticipa el desenlace probable de las causas abiertas por el mismo motivo contra los dos dirigentes del PSE, Patxi López y Rodolfo Ares, y contra el lehendakari Ibarretxe por otra reunión anterior con Batasuna.”
Ven como El País dice, blanco sobre negro, que el PSE e Ibarretxe se reunieron con Batasuna ETA, luego dice que el Tribunal Supremo se ha saltado la Ley de Partidos.
Lo interesante de estos chicos atolondrados de El País es que no solo dicen la verdad que no les interesa una vez, sino varias.
“La ilegalización de Batasuna no prohíbe expresamente a los demás partidos mantener contactos con los que fueron dirigentes de esa formación, los cuales, por otra parte, conservan íntegros sus derechos civiles y políticos. Reunirse con los jefes de Batasuna cuando esa organización no ha dado el paso de desvincularse de ETA puede merecer un reproche político; pero para que hacerlo constituya un delito penal tendría que existir una prohibición expresa.”
Si hay jefes de Batasuna es porque Batasuna ETA sigue en activo, si los jefes de Batasuna se reúnen con alguien eso es una actividad de Batasuna, ya que en otro caso no se hablaría de jefes de Batasuna sino de fulanito y menganito antiguos jefes de Batasuna. Por tanto si Batasuna realiza una actividad como tal Batasuna eso da lugar a responsabilidades conforme a lo establecido en el Código Penal.
El último párrafo del editorial demuestra el soberbio desconocimiento de la ley de que hacen gala los editorialistas con tal de remachar el mensaje de que los malos de esta película no son los de ETA sino los del PP.
“El PP podía haber argumentado que tenía sus razones para criticar la iniciativa de Patxi López, arguyendo que suponía reconocer como interlocutor a una Batasuna que se negaba a acatar la ley de partidos. Pero al darle tratamiento de delito penal, el PP contribuyó a sacarlo del debate político y a convertirlo en motivo de ruptura. Un error (o una actuación de mala fe difícilmente compatible con el delicado momento que vive el país) que el auto de ayer debería ayudar a corregir”.
Señores editorialistas de El País, si el PP arguye que la iniciativa de Patxi López supone reconocer como interlocutor a Batasuna, ello implica que Batasuna sigue activa, y si sigue activa incurren los que se reúnen en lo que establece la Ley de Partidos en su artículo 12, apartado 1, párrafo a, que las actividades de un partido político ilegalizado son ilegales y se les debe aplicar lo dispuesto en el Código penal a quienes las realizan, luego el PP hizo lo correcto al darle tratamiento de delito penal. Lógicamente quien participa en una ilegalidad, como Patxi López de algo ilegal tendrá que responder.
Para terminar nada como una garzonada, pues Garzón, sabiendo como sabe que Batasuna sigue activa, y que eso es una ilegalidad, va el buen hombre y pésimo juez y autoriza expresamente la reunión con Batasuna, según El País. En estos asuntos jamás falta un roto, digo un garzón, para un descosío. Menuda carrera la de este hombre, de justiciero del GAL a paladín de ETA, al menos en sus reuniones.
Uno de los pilares de la hoja de ruta de Zapatero al infierno es incumplir las leyes que preciso fuese pero consiguiendo que se diga en las instancias que se precisen, judiciales incluidas, que no se incumple ninguna ley.
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