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Sahumerios y arrebatos

Del efecto llamada al efecto cazo.

Se veía venir y ha venido, se veía que nuestro gobierno iba a picar y ha picado, se veía que iban a timar a Zapatero y lo han timado, se veía que se iba a cerrar el círculo cayuquero playa subsahariana – cayuco – Canarias – cazo subsahariano - playa subsahariana y el ínclito Moratinos lo ha cerrado. Hay que ser tontos para provocar primero el efecto llamada y luego para intentar solucionarlo provocar el efecto cazo que provocará el efecto de convertir la exportación de cayucos en la principal industria subsahariana.

Hoy de nuevo El País es el medio que proporciona la información deformada ya en su antetítulo. En él muta, con esa piedad humanitaria progre tan de moda, la inmigración ilegal en inmigración irregular. “Los problemas de la inmigración irregular”. Ya sabemos que no hay nada ilegal, por decreto progre solo una nimia irregularidad.

Ha llegado la hora de que los gobernantes subsaharianos pongan el cazo y comiencen a rentabilizar el gran esfuerzo que han realizado para poner en pie una nueva industria de exportación cayucos repletos de subsaharianos. Si analizamos la información se podrá captar la envergadura de este nuevo sector económico.

“El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, firmó ayer el primer acuerdo global sobre inmigración, un convenio que liga la ayuda al desarrollo con el cumplimiento de compromisos en materia migratoria, incluidas las repatriaciones. Y lo hizo con Guinea-Conakry y Gambia, países que intervienen modestamente en el tráfico ilegal de seres humanos hacia Canarias. Cada unos de ellos recibirá cinco millones de euros a raíz de esa firma. Además, España ha condonado a Guinea una deuda de ocho millones más. Moratinos espera lograr un acuerdo similar hoy con Senegal.

Guinea-Conakry tiene unos 156 sin papeles en los centros de internamiento de Canarias, y Gambia, cerca de 500. Son cifras modestas con respecto a los más de 3.477 senegaleses que quedan en las islas”


Hablamos de 18 millones de euros para 656 inmigrantes, lo que hace que la cotización del cayuquero alcance los 27.000 euros. ¿Qué creen que harán en esos dos países cuando ya no tengan ubicados en Canarias a ningún cayuquero que repatriar?, antes que dejar de cobrar, evidentemente, enviarán nuevas remesas de cayucos que mantengan el cazo lleno.

Los jerifaltes senegaleses se están frotando las manos, pues 3.477 por 27.000 da la bonita cantidad de 93.879.000 euros. Si ya incluimos en el trato a los senegaleses ilegales en la península la cifra es mareante.

El efecto cazo provocado por Zapatero hará que aquellos países que no participan en el nuevo negocio se lancen a fabricar y cargar cayucos con destino a Canarias.

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