Las mujeres, en eso, no son iguales al hombre.
La Audiencia Provincial de Guadalajara ha emitido una sentencia de divorcio en la que ha dado la custodia y el uso del domicilio familiar al padre alegando que la madre tenía un peor trabajo que le impedía atender al hijo mejor de lo que podría hacerlo el padre.
Hasta aquí nada que alegar. En lo que tengo que alegar es en lo que dice posteriormente la sentencia "los criterios legales para conferir la guarda y custodia a uno de los progenitores han cambiado a la luz de la igualdad -entre hombres y mujeres- proclamada por la Constitución", Es aquí donde se equivoca la judicatura, los redactores de la Constitución y quienes mantengan que el hombre y la mujer en este caso con iguales.
Se olvida la biología, se olvida la realidad de la desigualdad en la procreación humana, se olvida la diferencia de costos y riesgos que asumen en el proceso el hombre y la mujer. No quiero entrar en más razones que esta, en la desigualdad biológica.
Quiérase o no, se admita o no se admita, la realidad es que somos animales, mamíferos, igual que la comadreja o el elefante, y los mecanismos de reproducción son resultado de millones de años de evolución que han llevado a la actual situación.
Si se analiza el proceso se ve que hay una asimetría evidente, las hembras aportan al proceso, medido en costes vitales, muchísimo más que los machos. En la especie humana, el macho, como pasa en muchas otras especies, solo aporta una cantidad más o menos apabullante de pequeños espermatozoides y poco más. La mujer pone su cuerpo durante 9 meses de embarazo en el proceso, arriesga su salud, su vida, su futuro y en el parto se repite l a aportación, y en la lactancia, etc, etc.
Señores jueces, aquí las mujeres no son iguales que los hombres, tienen derechos adquiridos, digamos, a lo largo de generaciones y de millones de años, y sobre todo tienen más derecho que los hombres porque han aportado muchísimo más en eso que he llamado coste vital.
Por eso me parece una frívola injusticia esa sentencia, no es argumento suficiente como para anular esos derechos previos que tiene la madre, y que se ha ganado a riesgo de su salud y su vida.
Si el hijo hubiese sido de esos modernos procreados en un vientre de alquiler, ahí si que ambos, padre y madre legales son iguales, pero no en los casos normales donde la madre sigue el proceso biológico normal.
En mi caso particular, cuando se produjo la separación en mi matrimonio, yo lo tenía tan claro que mi mujer tenía más derechos que yo en el caso de la custodia de los hijos que asumí que tenía derecho a elegir ella primero y su elección sería la válida, o quedarse la custodia de los hijos y por ende el piso familiar, o rechazar la custodia de los hijos y el piso familiar que en ese caso me quedaría yo. Ella decidió lo primero y así fue.
Hasta aquí nada que alegar. En lo que tengo que alegar es en lo que dice posteriormente la sentencia "los criterios legales para conferir la guarda y custodia a uno de los progenitores han cambiado a la luz de la igualdad -entre hombres y mujeres- proclamada por la Constitución", Es aquí donde se equivoca la judicatura, los redactores de la Constitución y quienes mantengan que el hombre y la mujer en este caso con iguales.
Se olvida la biología, se olvida la realidad de la desigualdad en la procreación humana, se olvida la diferencia de costos y riesgos que asumen en el proceso el hombre y la mujer. No quiero entrar en más razones que esta, en la desigualdad biológica.
Quiérase o no, se admita o no se admita, la realidad es que somos animales, mamíferos, igual que la comadreja o el elefante, y los mecanismos de reproducción son resultado de millones de años de evolución que han llevado a la actual situación.
Si se analiza el proceso se ve que hay una asimetría evidente, las hembras aportan al proceso, medido en costes vitales, muchísimo más que los machos. En la especie humana, el macho, como pasa en muchas otras especies, solo aporta una cantidad más o menos apabullante de pequeños espermatozoides y poco más. La mujer pone su cuerpo durante 9 meses de embarazo en el proceso, arriesga su salud, su vida, su futuro y en el parto se repite l a aportación, y en la lactancia, etc, etc.
Señores jueces, aquí las mujeres no son iguales que los hombres, tienen derechos adquiridos, digamos, a lo largo de generaciones y de millones de años, y sobre todo tienen más derecho que los hombres porque han aportado muchísimo más en eso que he llamado coste vital.
Por eso me parece una frívola injusticia esa sentencia, no es argumento suficiente como para anular esos derechos previos que tiene la madre, y que se ha ganado a riesgo de su salud y su vida.
Si el hijo hubiese sido de esos modernos procreados en un vientre de alquiler, ahí si que ambos, padre y madre legales son iguales, pero no en los casos normales donde la madre sigue el proceso biológico normal.
En mi caso particular, cuando se produjo la separación en mi matrimonio, yo lo tenía tan claro que mi mujer tenía más derechos que yo en el caso de la custodia de los hijos que asumí que tenía derecho a elegir ella primero y su elección sería la válida, o quedarse la custodia de los hijos y por ende el piso familiar, o rechazar la custodia de los hijos y el piso familiar que en ese caso me quedaría yo. Ella decidió lo primero y así fue.
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