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Sahumerios y arrebatos

El País defiende a los asesinos mientras suelta unas lagrimitas de cocodrilo.

Hoy El País publica el editorial más abyecto que jamás he leído, bajo el título “No se puede olvidar” y que como ejercicio de cinismo impúdico debería figurar en el frontispicio del monumento nacional a la infamia.

Y sin embargo estoy con El País pues no se puede olvidar.

No se puede olvidar que El País lleva meses y meses despreciando a las víctimas del terrorismo.

No se puede olvidar que El País lleva publicados decenas y decenas  de artículos y gran cantidad de editoriales intentando convertir a las víctimas en verdugos de la paz y a los verdugos de ETA en angelicales seres solo preocupados por el bien de este país.

No se puede olvidar que El País ha intentado montones de veces ningunear a la AVT carcajeándose de sus reivindicaciones de que no se negocie con sus asesinos.

No se puede olvidar la fruición que siempre ha puesto El País en minimizar la asistencia de ciudadanos a las  manifestaciones convocadas por las víctimas.

No se puede olvidar que jamás El País ha apoyado ninguna iniciativa de las víctimas en defensa de sus posturas.

No se puede olvidar ya nunca el descaro y sinvergonzonería de que echan hoy mano para aparentar que el ejército mediático de Polanco es un grupo de personas sensibles ante el dolor de las víctimas y afectados por la situación de la madre de Miguel Angel Blanco y ponen para ello cara compungida, sueltan unas lagrimitas de cocodrilo e intentan pontificar sobre lo inconveniente de la actitud del asesino de Miguel Angel Blanco durante el juicio en curso.

Y no se podrá olvidar jamás la vileza de El País defendiendo a los asesinos de Miguel Angel Blanco unas líneas después de haber soltado unas mínimas lagrimitas de cocodrilo por el concejal del PP.
 
Esta caterva progre con periódico comienzan el editorial mintiendo y embaucando a diestro y siniestro con una siniestra y mendaz afirmación cuando dice que “
El juicio coincide con las vísperas de un momento crucial del proceso iniciado con el alto el fuego de ETA y que tiene por objetivo la definitiva desaparición de la banda terrorista

Nunca ETA ha dicho que iba a desaparecer, al contrario, ha dicho que piensa controlar el futuro de una república socialista en el País Vasco. Para El País esas intenciones de permanencia manifestadas por activa y por pasiva por ETA son ganas de desaparecer.

Sigue recordando una cruel realidad, que el gobierno de Aznar, rechazó el ultimátum dado por ETA de que mataría a Miguel Angel Blanco si en 48 horas no eran trasladados todos los presos de ETA al País Vasco y transcurrido el plazo Miguel Angel fue asesinado. Lo cruel del caso es que la vida de aquel joven no vale para nada hoy, ya que Zapatero no solo va a aceptar esa condición de ETA sino otras muchas, como la legalización de ETA Batasuna, y muchas más.

Como les resulta imposible aparentar dolor por  las víctimas a estos caraduras de El País, tras soltar esas escasas lagrimitas de cocodrilo hacen un atroz ejercicio de abyección intentando lavar el alma de los asesinos, lean relean, y vuelvan a releer, esto dicen los muy perversos  La imagen indiferente de Txapote y Amaia charlando de sus cosas, ¿será sincera o es una forma de ocultar su espanto?

El País ha cruzado el Rubicón de la ignominia, a la par que suelta lágrimas de cocodrilo por las víctimas defiende a los asesinos etarras intentando exculpar  su burla al tribunal y a la familia del asesinado diciendo que probablemente esa actitud es una forma de ocultar su espanto.

¡Que bajo ha caído El País¡. Convertir la mofa  en la justicia de los asesinos en una muestra del espanto que sienten por sus crímenes es la mayor muestra de repugnante bajeza moral que haya visto nunca. Pero por desgracia lo peor esta por venir.

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