Afganistán, triste papel de paz.

Los talibanes, mandados al parecer por un tal Gholam Reza Yahya, mataron al cabo Cristo Ancor hace un par de días. Como estamos allí en misión de paz, y Zapatero tiene prohibido disparar un tiro salvo que te estén tiroteando, los soldados españoles no tenían autorización para atacar el lugar donde se sabía que estaba el tal Gholam no sea que fuesen a hacerle pupita, su misión, ordenada por ZP, era seguir como estaban y dejar hacer al tal Gholam tranquilamente para que les atacase otro día.

Hasta aquí nada nuevo para nuestras fuerzas en Afganistán, su misión allí es fácil, tragar, callar, no pegar tiros y participar en una misión de paz que poco a poco les va matando con acciones de guerra. Lo curioso de todo esto es leer hoy una noticia en ABC titulada “Soldados de Estados Unidos vengan la muerte del cabo Cristo Ancor Cabello”, lo de vengar me parece excesivo, pero el hecho que narra la noticia es significativo por demás.

Fuerzas de Estados Unidos y de Afganistán atacaron una zona próxima a la base española donde se hacía fuerte Gholam Reza Yahya y sus hombres. En el combate murió Gholam y 25 de sus hombres. Cuenta la noticia cuál fue el papel de las fuerzas españolas en esa operación, su labor consistió tan solo en “asegurar la zona” mientras los otros atacaban el fortín del talibán Gholam.

Si no hubiesen intervenido las fuerzas de USA, Gholam habría seguido tan campante a unos minutos de la base española preparando nuevos ataques contra nuestras tropas que no pueden hacer otra cosa que cumplir las órdenes de Zapatero que se pueden resumir en “dejen que les disparen, y hasta que no les disparen ustedes quietecitos porque no están en una guerra”. Triste papelón el que tienen que realizar nuestros soldados y lo grandioso es que son capaces de cumplir órdenes que implican mayores riesgos para ellos porque son órdenes, y más triste, siendo soldados, tener que ver como otros tienen que acudir a sacarles las castañas del fuego que ellos solos podrían sacar si ZP no fuese un adalid de la tirita.

Zapatero, socialista rojo con valores de izquierdas y cargado de ánimo pluricivilizatorio además de portaestandarte del NO a la guerra, no puede tener fuerzas bajo su mando en una guerra, por ello echa mano de su arma de destrucción masiva de la realidad, la mentira, y predica desde sus altos púlpitos que no estamos en una guerra, sino en una paz y vale ya.