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Sahumerios y arrebatos

Al dios Polanco rogando y la SER escuchando

17-12-05
 
Al dios Polanco rogando y la SER escuchando.
 
NOTICIA: La SER celebra su victoria a la católica
"Una radio como Dios manda", decía la SER de sí misma en los anuncios a toda página que publicó esta semana en la prensa española. Bajo el logo de la SER y una fotografía de Carles Francino, un enorme cuadro tipo Capilla Sixtina en la que cuatro angelotes representan a la emisora de Prisa y, por otro lado, a Carlos Herrera, Federico Jiménez Losantos y Luis del Olmo, los competidores de Francino en las mañanas.

Lo de "Una radio como Dios manda", que pusieron al día siguiente de conocerse los datos del EGM, ya lo han quitado, le debía parecer excesivo a una emisora en apariencia contraria a identificativos religiosos. Todo lo contrario que la COPE, a quien parecen restregarle su triunfo con "su propia medicina".

Llama la atención, además, que frente a las cifras de audiencia de los programas matinales de las otras tres emisoras privadas (1.601.000 de Losantos; 1.295.000 de Carlos Herrera y 425.000 de Del Olmo), la cifra que exhibe la SER en el anuncio no sea la que se espera por lógica comparativa, del programa de Carles Francino (2.816.000), sino la audiencia total de la emisora (4.996.000). De esta forma, la comparación salta a la vista y puede llevar a error.

COMENTARIO: dado que a los chicos falaces. por falsear los datos y mendaces por mentirosos al intentar a engañar con las cifras a sabiendas, de El País les ha salido la vena cómica con ese bonito juego de palabras sobre Dios,  voy a realizar un comentario de transposición en el que cada vez que aparezca la palabra dios, en minúsculas (perdona Polanco) el lector debe hacer un pequeño esfuerzo mental y sustituirla por Polanco.

Gracias a dios, cada mañana me entero con la colaboración del hijo de dios, Cebrián, de lo que no pasa en este país. Es un ejercicio que realizo con la inestimable gracia de dios. Espero no desatar la ira de dios con este comentario, pues se que el juicio de dios es inapelable y terrible casi siempre. La ley de dios  es muy particular, suele pasar que si uno va por el mundo dejado de la mano de dios, y como mucho poniendo una vela a dios y otra a la COPE,  y en lugar de escuchar la palabra de dios en la SER o en la Cuatro, es muy probable que por no ser siervo de dios y ni tan siguiera siervo de los siervos de dios sea uno castigado por la ira divina a no gozar jamás de la paz de dios ni saborear las mieles del reino de dios.

Inapelablemente llegará el día en que el ateo sea señalado por la mano de dios y no tendrá ya tiempo de ganarse la merced de dios, arrepentios pecadores y volved al rebaño de los hijos de dios, celebrad la liturgia como establecen los cánones leyendo El País con unción, oyendo la Ser con recogimiento, viendo la Cuatro con devoción, abonándose a Canal satélite y pagando con veneración, leyendo libros de Santillana, Aguilar, Alfaguara, etc, con piedad suma, asistiendo contritos a ver las películas tan maravillosas que nos dona dios, deleitándoos en actitud contemplativa con los sones musicales que salen de sus múltiples sistemas de reproducción discográfica y radiofónica y sobre todo reíd sin parar con la gracia de dios. Si así lo hicieseis oiréis las palabras id con dios y que la paz de los borregos de dios sea contigo y obtendréis el perdón de dios.

Ya saben, a dios rogando y la Ser escuchando. Que dios lo vea. Amen.

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Trato de privilegio en el juicio de Losantos

En el juicio contra Losantos hemos visto a todos los testigos declarar sentados a pesar de estar prohibido por ley.

Pero quienes han declarado como testigos son ciudadanos de primera categoría como políticos que son. El resto de la ciudadanía, a juzgar por el trato que recibimos en los juzgados, somos ciudadanos de inferior categoría.

Esta gentuza nos sigue tratando como a siervos de gleba en vez de como a ciudadanos.

Ni separación de poderes, a fin de cuentas políticos y jueces son de una casta superior y se intercambian los puestos cuando quieren y les conviene, ni soberanía popular. Siguen tratándonos como a sus siervos. Como a su propiedad con la que hacen lo que les viene en gana. Por el pueblo, para el pueblo pero sin el pueblo.


Carlos Menéndez
http://www.creditomagazine.es