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Sahumerios y arrebatos

Réquiem por Público.

Hace ya años, cuando ZP alcanzó el poder, vino el mozo en cabrearse con Juan Luis Cebrián y su división mediática progre Das Reich (el imperio) porque esperaban de ZP que siguiese sus designios y ZP se nos rebeló y ni corto ni perezoso decidió ponerle los cuernos a PRISA con todos los agravantes. Optó el gran timonel de la debacle por auspiciar un grupo mediático alternativo que se convirtiese en el nuevo faro y guía de la progresía.

Eligió a Roures como condotiero, le regaló una tele y otros momios, incluido el acceso espurio a fondos ilimitados y de oscuros orígenes para poder prosperar. Para hacerle sombra al diario El País se creó Público, un periódico a la izquierda de la izquierda que ha hecho las delicias de mucha gente estos años.

Cebrián no se conformó porque los cuernos a él no se le ponen y ni corto ni perezoso desató la II Guerra Interprogres, la primera tuvo lugar en tiempos de Felipe González por otros motivos que no vienen a cuento. Esta II Guerra Interprogres ha sido fantástica, gracias a ella hemos visto ataques a las posiciones de ZP que han hecho historia. Ahí estaba Público, Mediapro y la Sexta defendiendo a capa y espada a Zapatero y cuando tocaba, porque no tocaba todos los días disparar contra las posiciones contrarias, ahí estaba El País dando caña a ZP.

Eso se ha terminado, ZP está amortizado, ya no puede inyectar pasta en el proyecto de la mega izquierda de Roures y todo el proyecto se está yendo al garete. Aun así han podido sacarle pasta a la venta de la Sexta, pero Público no tiene quien le financie y da boqueadas.

Y aquí estamos, viendo la agonía de un periódico que no debe morir porque si desaparece la cosa ya no sería igual de divertida. Ya no veremos brillar en la noche de la derecha dos faros que guíen a la progresía carpetovetónica en esta dura travesía del desierto. Apoyemos todos a Público, yo por lo menos lo leo en Internet, más no puedo hacer.

La historia ha dicho “Delenda est (PL) Mediapro – La Sexta - Público” y eso no es justo, pero si llega el momento prometo estar en la ceremonia del réquiem.

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