La guerra de Chacón para el progre es misión.

La izquierda abomina de la guerra, la progresía saldrá a la calle para montar pifostios sin cuento en protesta contra cualquier guerra, los mujeros y mujeres con valores jamás nunca apoyarán el que España participe en una guerra, eso son hechos y realidades, y vale ya. El cacao mental se les organizaría en las partes nobles del cerebro a todas esas buenas gentes si tuviesen que asumir que su gobierno de izquierdas de progreso antibelicista, el que nos sacó de la guerra de Irak con un par de valores de progreso, anda pegando tiros por ahí.

No obstante, la izquierda progresista, tras comulgar con el pacto nazi – soviético de 1939, tiene unas tragaderas que les permite deglutir todo. Desde hace unos meses les toca tragar la cosa esa de la Guerra de Libia de ZP y Chacón, pero todos sabemos que no es lo mismo tragarse una rueda de molino pulida que otra sin pulir, por eso los medios de la izquierda llevan, desde que se inició, puliendo la rueda de molino de la Guerra de Libia para facilitar su tránsito por las convicciones de izquierda.

Pero como ahora son tan zoquetes, pulen mal, ya no son lo que eran, y para la guerra esa solo han encontrado un eufemismo que repiten hasta la saciedad, que eso no es guerra que es una misión, y vale ya.

Y así resulta que el Congreso le ha dado permiso a Chacón, la ministra guerrera, para que nos tenga metidos en esa guerra por tiempo indefinido, y claro, algo así hay que pulirlo, y así lo hacen los chicos progres de Público y de El País.

El País titula “El Congreso da un sí crítico a la prórroga de la misión en Libia”, la guerra no aparece, pero sí otro concepto, el de intervención, por tanto según El País nuestros soldados o son misioneros o interventores.

Público titula “El Congreso prorroga la misión en Libia sin límite”, tampoco menciona la palabra guerra, pero deja a nuestros soldados tan solo como misioneros.

Parafraseo lo que decía la tía María Jesús cuando vio un miliciano rojo, en el año 1937, con una medalla de la virgen “¡Ay Señor qué gracia, Señor!, que los rojos también tienen misioneros”