La gilipollez patriótica alimentaria.
Hay en la historia ejemplos de estulticia agilipollada a millones, pero eso no quita para que cada día salga un político papanatas soltando una mamarrachada que quiere beneficiar algo y lo que hace es perjudicarlo, aunque en este caso creo que lo que ha ocurrido con el patriota alimentario catalán es más maquiavélico.
El estulto del día se llama Josep María Pelegrí y dizque (PL) es seudo ministro catalán de agricultura. La necedad textual del tal Josep es de esta guisa,
“Se ha de ser consciente de que aquí hay mucha gente que produce, en el mundo agroalimentario hacen un gran esfuerzo, hemos de ser capaces de que el catalán, los catalanes consumamos productos de aquí”.
Hasta ahí podría tener un pase, cuando la jodió de verdad fue cuando señaló productos de sus vecinos que no hay que consumir y dijo “Si entramos en un restaurante y consumimos vino de La Rioja no estamos ayudando al empresariado catalán”.
Es claro que algo así sabe el tipo estulto que es perjudicial para los productos catalanes porque va a inducir un rechazo a los mismos en el resto del país. Seguro que ya están bullendo las redes sociales, los foros y los comentarios de los periódicos sugiriendo que apliquemos todos la sugerencia del estulto catalán que no es estulto por ser catalán sino por ser estulto.
Dado que sé que el estulto sabe que lo que dijo perjudicaría más que beneficiaría, está claro que el objetivo que perseguía no era incrementar el consumo de productos agroalimentarios catalanes sino otro muy distinto. El estulto nacionalista busca generar agravios que les den pie a decir eso de “En España no nos quieren, nos boicotean nuestros productos, y si no nos quieren nos vamos”.
Loa nacionalistas podrán remachar por millonésima vez que los españoles son muy malos, que ya no quieren comer butifarra ni beber cava, ese es el objetivo. Pues yo le digo al estulto que lo que dice me importa un pijo y que debería suicidarse, como en La gran comilona atiborrándose hasta estallar de productos agroalimentarios catalanes, ese sí sería un gesto que aplaudiría.
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