Pitorreo constitucional y cuadratura del círculo.
Esto del Tribunal Constitucional y sus vanos intentos por hacer constitucional lo que hasta ZP dijo que era inconstitucional ha entrado en la fase de pitorreo. Ahora que a todas luces parece que este tribunal no hace lo que debe hacer, toca encontrar una solución y las grandes mentes pensantes de El País han dado con ella. Es un hecho para una gran parte de ciudadanos de este país que el estatuto de Cataluña no es constitucional y también es un hecho que para muchos ciudadanos de este país el estatuto de Cataluña es constitucional, por tanto tenemos un problema para encontrar una solución al problema, hay que cuadrar el círculo y todos contentos.
Esa es la brillante solución que propone El País en su homilía editorial dominical intitulada “Constitucional renovado”, propone un grandioso apaño tipo cuadratura del círculo que ratifique que el estatuto no tiene absolutamente nada que no sea constitucional y a la vez tiene cosas completamente inconstitucionales y de ese modo todos contentos.
“El pasado es el pasado, y de lo que se trata ahora es de buscar una salida que respete escrupulosamente el orden constitucional y también la voluntad de los catalanes expresada por el Parlamento autónomo, avalada por el Congreso de los Diputados y ratificada en referéndum.”
No crean que los chicos de El País desconocen la imposibilidad de lo que proponen, estos machotes tienen clarísimo que el estatuto no es constitucional pero insisten en que hay que respetar escrupulosamente, o sea con gran exactitud, lo ratificado por tanta democracia lo que equivale a ratificar que es totalmente constitucional.
“Un tribunal renovado y que pueda trabajar sin la presión de unas elecciones no es garantía de que el Estatuto sea declarado constitucional en su integridad; entre otras razones, porque es dudoso que lo sea.”
Queda claro pues que si el estatuto no es constitucional pero estamos obligados a respetar escrupulosamente su contenido inconstitucional porque ha sido refrendado democráticamente y simultáneamente debemos respetar escrupulosamente el orden constitucional solo nos queda una salida, meter sangre nueva en el tribunal capaz de redactar una perfecta cuadratura del círculo y asunto arreglado. Se trataría de elaborar y dictaminar algo así:
“Debemos declarar y declaramos sin querer queriendo que absolutamente todos los artículos del estatuto de Cataluña que violan la Constitución son complemente constitucionales”.
Esto puede parecer un pitorreo constitucional pero en realidad es una solución maravillosa a un problema inexistente.
Lo de ser paisólogo aficionado es un calvario repleto de deleites sin cuento y placeres intelectuales a porrillo.
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