La técnica más eficaz para el acojonamiento climático.

Imaginen esta noticia: Un equipo de científicos estadounidenses y ecuatorianos ha descubierto en la costa de Ecuador un nuevo y extraño ecosistema de gran valor por su diversidad biológica. Entre los animales que viven en este hábitat destacan una serpiente devora-babosas y 30 especies de ranas de lluvia. Esta zona está amenazada por múltiples fenómenos: desde la deforestación para que pueda pastar el ganado a la tala de árboles y la caza. Asimismo, los expertos en astronomía predicen que muchos de estos bosques, junto con los animales que dependen de ellos, podrían desaparecer debido al impacto de un gran meteorito si no se toman medidas para evitarlo. Las ranas de lluvia recién descubiertas son particularmente vulnerables al impacto del meteorito pues depositan sus huevos en árboles y éstos podrían resultar afectados por la onda de choque y el aumento de temperaturas tras el impacto.

O bien imaginen esta otra noticia. Roger Federer cree que Rafa Nadal está "a punto" para el Abierto de Australia y considera "tonterías" los rumores que aseguran que el español no estará al cien por cien esta temporada, no obstante el rendimiento de Nadal podría verse mermado enormemente por la caída sobre la Tierra de un meteorito de grandes proporciones,  algo que se teme que pueda ocurrir.

Ya puestos imaginen otra más. El presidente Obama ha invitado a Zapatero a un desayuno de oración el 4 de febrero. Es un acontecimiento que se celebra desde 1953, año en que el entonces presidente Dwight D. Eisenhower acudió por primera vez. En las últimas ediciones han participado más de 3.500 personas. Este evento, como otros muchos. podría estar amenazado por el choque contra el planeta de un asteroide o un meteorito de un tamaño que lo haga peligroso, el resultado del impacto sería tan catastrófico que impediría la celebración del desayuno con preces y por ende la foto de Zapatero con Obama piadosamente juntos.

Pues esa es la técnica más eficaz para el acojonamiento climático, añadir a cada noticia el “podría ocurrir que…”, el acojonar con grandes catástrofes medioambientales y para los ecosistemas sin más pruebas, ese es el truco acojonante. Es probable, y así está demostrado, que incluso si fuese cierto lo del calentamiento global, que de momento no existe desde hace diez años, que mayor concentración de CO2 y algo más de temperatura fuese bueno para los árboles, las ranas y las serpientes recién descubiertas, pero eso no mola. Por eso ayer El Mundo publicaba una noticia sobre el descubrimiento de nuevas especies en Ecuador y metía el miedo en el cuerpo a los lectores afirmando que el cambio climático podría hacer desaparecer las especies recién descubiertas, y yo que creo que es más probable que caiga el meteorito y ZP se quede sin foto obamita.

Y no digo nada del peligro para el medioambiente del gran tsunami que generaría el impacto y que anegaría cientos de grandes ciudades arrasando todo rastro de vida, y luego las enfermedades que terminarían con otros muchos millones de vidas animales, humanas y vegetales.

Si este catastrofismo meteórico, que tiene una cierta posibilidad, se añadiese a toda noticia deportiva, política, de sociedad, etc., el personal acabaría acojonado con seguridad. Sobre la Tierra han caído meteoritos en el pasado y seguirán cayendo en el futuro, y en la Tierra ha habido cambios climáticos en el pasado y los habrá en el futuro.

Si el chollo del acojonamiento climático se desinfla, y hay posibilidades tras el asunto del Climategate, los acojonadores me pillarán la idea del meteorito y seguirán adelante con su negocio, y si no son meteoritos serán enfermedades y si no son enfermedades será cualquier calamidad tipo plagas de Egipto que siempre han ocurrido pero que se utilizarán para lo mismo, conseguir objetivos políticos, trincar la pasta y hacer ingeniería social. Y mientras, los auténticos problemas medioambientales seguirán destruyendo biodiversidad.