Pajín con michelín y ZP con mancha.

Gracias Zapatero, hoy todo son loas y alabanzas a tu persona, has mejorado de tal modo mi calidad de vida que no tengo palabras para mostrarte mi agradecimiento. Desde hace años vengo siendo señalado por el dedo de las gentes de género femenino por llevar una mancha en la camisa, cosa que no ha llegado a traumatizarme pero cerca ha estado. Todo esto viene a cuento por la publicitada foto en la que ZP sale cantando en Rodiezmo con Pajín a su lado y luciendo una preciosa mancha en su impoluta camisa bajo el bolsillo. Ya no me siento un bicho raro con mancha, gracias mil Zapatero.



En la foto también queda plasmada la escultural belleza de Leire Pajín luciendo un hermoso michelín con desparpajo y orgullo justificado. Esta proletaria paupérrima que solo tiene tres sueldos y gana una pastizara mogollonera acudió al acto de Rodiezmo con sus valores de izquierdas, entre los que cabe destacar un pedrusco precioso en su mano izquierda alzada de tan solo 11.233 euros demagógicos sin IVA, unas gafas de sol de marca cachi progre de las más baratas, unos 1.300 euros demagógicos. Todo en Leire Pajín es digno de alabanza, incluido el michelín, lo único reprochable es la puñetera flacidez que muestra en ese puño carente de valores de izquierda por su falta de convencimiento, esta mujer debería recibir clases particulares sobre la forma de alzar el puño que debe tener una mujer de progreso con valores de izquierdas mientras canta la Internacional.

Las mujeres deberían agradecer públicamente a Pajín su aporte a la liberación femenina del estigma del michelín, yo desde aquí se lo agradezco por la parte masculina que me toca. Ya puedo lucir mis manchas en la camisa y mis michelines con el orgullo del que porta valores de izquierda.

Y prometo no volver a responder a las mujeres que hacen comentarios sobre mis manchas camiseras en los bares y restaurantes como siempre he hecho, que ha sido diciéndoles que lo que dicen es mentira que yo nunca llevo una mancha en la camisa, meto el dedo en algo con aceite y me pringo la camisa haciéndoles notar que ya no tengo una mancha sino dos.