El apagón analógico trae la farfolla digital.

Aunque las tecnologías avanzan que te descontextualizas neuronalmente, en la cosa de la TDT el avance es la repanocha. La tira de canales y con un solo televisor, la mar de opciones y un solo mando a distancia, el acabose de propuestas y un solo sofá, se sienta uno ante el avance tecnológico, la va dando al pasa canales y va musitando, este es lo mismo, este es paja, este farfolla, este infumable, este una mierda, este lo va a ver su padre putativo, este refritos indigeribles, este vendiendo ridiculeces magníficamente expuestas, este me interesa, este faramalla, este una mala baratija y vuelve uno a la 1 y vuelta a empezar.

Esto es cuestión de gustos y para mí el 90% o más de los nuevos canales que trae la TDT son mera farfolla digital, por lo que he decidido seguir viendo la misma tele de siempre, ninguna.

Sinceramente echo de menos otros tiempos en que tenía televisión por cable, con ciento y pico de canales entre los cuales estaba el Gran Hermano 24 horas, y era el único que veía entre las 4 y las 6 de la mañana, cuando echaban lo mejor de lo mejor de la televisión, ver una imagen fija de los aspirantes a ser figuras mientras dormían, me relajaba, soy de los que se abonarían a un canal de la pecera, un canal con una cámara enfocada en un único plano a una pecera las 24 horas del día, ese programa me sería mil veces más interesante, formativo, divertido, entretenido y relajante que todos los de la nueva TDT. Dicho queda que el canal pecera es mi canal de televisión ideal.