Nadie arranca de mí los vestigios del franquismo.

Leo noticias preocupantes sobre los vestigios del franquismo que aún quedan por paredes, columnas, viviendas, fachadas, edificios, caminos y otros muchos lugares. Leo que en cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica se han inventariado esos vestigios franquistas, en concreto hay 585 en edificios públicos, dato que me alegra saber porque indica que en esto Zapatero trabaja, como en todo, con diligencia, esfuerzo y hasta quitándose horas de sueño. A mí como ciudadano que sufrió la opresión franquista me intranquiliza saber que aún quedan vestigios, pero no demasiado al ver cómo mis gobernantes, que se preocupan por mí, los tienen controlados. Por esa labor felicito a mi gobierno y al hombre de estado que lo dirige. No obstante, hay algo que se les ha olvidado y que me lleva por el camino de la amargura, ¿qué pasa con los vestigios del franquismo que quedan en mis interiores?, ¿por qué a Zapatero no le preocupa nada de nada hacer nada para eliminar de mí las marcas, señales e improntas que dejó el franquismo en mis mientes?

Yo fui un niño educado por el franquismo que cantaba lo de las montañas nevadas cada mañana antes de entrar en la escuela y eso ha dejado en mí claros vestigios, yo fui un adolescente educado por el franquismo y de eso quedan en mí vestigios vergonzosos y vergonzantes, yo fui un joven educado por el franquismo y de eso aún quedan en mí horrorosos vestigios que soy incapaz de hacer desaparecer de mi alma en cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica, sé que estoy en pecado laico social, quiero redimirme, necesito ayuda y creo que es hora de que Zapatero se preocupe por estos vestigios del franquismo que son mucho más perniciosos, nefastos, funestos, nocivos y estigmatizadores, yo quiero librarme de ellos, quiero ser un ciudadano sin vestigios del franquismo.

Es un tema más importante que el hecho de que haya una plaquita en la pared de no sé donde con el yugo y las flechas, lo mío es más grave, a mi me vienen de golpe recuerdos ignominiosos que no sé aun controlar, estoy tomando un chato de vino con unos amigos y de pronto, en lugar de canturrear mentalmente una canción cualquiera me pongo a cantar para mis adentros “Montañas nevadas, banderas al viento, el alma tranquila yo sabré vencer…”, intento borrar ese vestigio franquista de mí y no puedo.

Y como ese tengo muchos más vestigios franquistas, uno del que me avergüenzo y no consigo hacer desaparecer es el de la falange, de golpe y porrazo, esté donde esté me viene a las mientes algo que el franquismo, al parecer, grabó a fuego en mis circunvoluciones cerebrales, eso de “¿qué es la falange?, la falange es un movimiento fundado por José Antonio…”, sé que me deshonro cada vez que el vestigio reaparece, sé que estoy ultrajando la brillante labor que está haciendo Zapatero para hacer desaparecer vestigios del franquismo, pero yo, por mí mismo, no puedo hacer desaparecer mis vestigios del franquismo, lo he intentado y no he podido,  necesito ayuda  y la estoy pidiendo.

Me desprecio a mí mismo por esos vestigios, me vilipendio, me machaco, pero siguen ahí, y ya que estoy confesando esos gravísimos pecados, haré de tripas corazón y diré que a veces me oigo a gritar en mi interior “¡Viva Franco!, ¡Arriba España!” y semejante agravio ya es algo que no puedo soportar, necesito ayuda, la estoy pidiendo.

Señor Zapatero, sé que si esto le llega se preocupará usted de mi problema, tan solo necesito 12.875 euros para seguir un tratamiento especializado con un equipo multidisciplinar para borrar de mí para siempre todos los vestigios del franquismo, solo 12.875 euros y ya seré un hombre nuevo, renovado, feliz y útil para la sociedad de progreso que usted está construyendo. Si quiere consultarme algo de mi problema le doy mi móvil, 699 993 150, la cuenta corriente se la puedo dar en cuanto que la precise para ingresarme esa minucia que me salvaría de mis vestigios vergonzantes franquistas. No quiero presionarle, pero por si le vale, he leído que quitar algunos vestigios franquistas de ciertas paredes cuesta mucho más que eso que yo preciso.

¡Viva Zapatero!, ¡Arriba España plural y de progreso!, como verá lo intento.