Pensionista prospectando alternativas futuras de ocio.
En estos tiempos que corren, y que otros dirían que vuelan al armagedón solidario zapaterino progresista de izquierdas, se está dando un curioso fenómeno, no por viejo menos interesante, es una variante del juego de echarle el muerto a otro inventado por Caín en los primeros tiempos. De partida, los progres no pueden ser más retrógrados eligiendo el juego del muerto saltarín en lugar de inventarse excusas de progreso novedosas y originales. El objetivo del juego del muerto saltarín progresista es echarle el occiso a otros y dado que ya no cuela demasiado el pase que hicieron del interfecto al Bush y al Aznar andan ahora con nuevos intentos, cada vez más despendoladamente chuscos.
Han partido el muerto en dos, echándole una mitad al carácter global planetario de la debacle mundial económica mientras todos gritan “nosotros no hemos sido”, a la par intentan lanzar la otra mitad del exánime a quienes osan criticar a ZP y resto de esforzados generadores de paro progresista. Absolutamente a todo aquel que lacera los oídos progresistas con reproches por la habilidad creadora de desempleo de Zapatero le replican algo así: “En mitad de una grave crisis hacéis muy mal criticando en lugar de proponer soluciones y alternativas que ayuden”. Como ven, tampoco en esto son muy progresistas, pues han tenido que echar mano de un aserto franquista, aquel que hablaba de la crítica constructiva. Ver a ZP y a los suyos utilizando a Franco como modelo es ya como para solicitar el estatus de refugiado intelectual en Andorra.
Cómo no será de efectiva esta reconvención franquista de ZP, Blanco et al, que hasta Rajoy, teórico jefe de la extinta oposición ha hecho suyo el mandato progresista de no criticar y dar alternativas. Yo, como pensionista, futuro fundador y miembro activo del JODIDAS (Juventudes Ociosas Del Inserso Dedicadas a Actividades Solazosas), he decidido criticar a Zapatero por sus desenfrenadas y orgiásticas maneras de crear paro, pero solo los días pares y dedicarme los días impares a proporcionarle soluciones y alternativas.
Dado que no soy economista, y como agente censal jubilado carezco de los conocimientos que ZP tiene en este campo, he optado por dedicar mis esfuerzos colaboradores a realizar prospecciones para hallar alternativas de futuro al ocio de los pensionistas para cuando ocurra el armagedón en nuestro sector y salga ZP con esa cara suya de ángel que no ha creado ni un parado a decirnos que por culpa del Bush, del Aznar, de Viriato, de los Reyes Católicos, de la derecha extrema y de la banca insolidaria se ve precisado, a fin de salvar el sistema progresista de pensiones y evitar tener que reducir el importe de las mismas a la mitad, a pagarnos la pensión íntegra todos los meses pares.
He diseñado un programa para prospectar distintas alternativas al ocio pensionado que no supongan coste económico y que en cambio puedan reportar ingresos extras adicionales a las magníficas pensiones pares de Zapatero. La primera viene usándose desde los albores de la humanidad urbanizada, quiero no solo revitalizarla sino convertirla en fuente de ingresos. Es la ya tradicional actividad de tomar el solecito en la plaza mientras se le echan migas a las palomas.
Realicé el experimento prospectivo ayer día 6 de febrero en la Plaza del Cabildo de Sanlúcar de Barrameda entre las 12:30 y las 13:45 horas. En aquél lugar libre de depredadores campan a sus anchas unas 236 palomas de la especie Columba livia, también llamada comúnmente paloma doméstica. Se alimentan de lo que pillan y de lo que les echan los humanos que allí van a echarle de comer a las palomas.
Llevaba yo un trozo de pan duro no utilizado para las tostadas de la mañana que fui desmigando y dándoselo a aquellas columbas livias. Mi éxito fue escaso dado que competía con una señora que había a mi derecha echándoles auténtico alpiste, comprado en un kiosco rodante apostado en las proximidades. Se me ocurrió entonces una brillante idea que podría reportar pingües beneficios. Invertí 40 céntimos de euro en una bolsa de alpiste, preparé el cronómetro de mi reloj digital sumergible, agarré un boli y un papel y eché un puñado de alpiste a las palomas calculando la frecuencia de picoteo y el porcentaje de aciertos de cada picoteo en agarrar un grano de alpiste. Tabulé los resultados y decidí presentar un proyecto de investigación a Zapatero.
Seguro que el cambio climático influye de alguna manera en la frecuencia de picoteo de las palomas Columba livia y en el porcentaje de aciertos en agarrar granos de alpiste. Todos los días tabularé los resultados y los correlacionaré con la temperatura en Sanlúcar, tanto de la superficie como de la troposfera, y se demostrará que el calentamiento global está alterando los comportamientos alimenticios de las palomas. Según tengo entendido, Zapatero está subvencionando este tipo de estudios con un pastonazo en euros, con lo que saque compensaré la mengua en mi pensión y podré seguir cantando alabanzas a ZP.
Mañana, que es día par, pondré a caer de un equus asinus (burro) a Zapatero, hoy en cambio le animo a que acepte mi proyecto de Estudio del impacto del calentamiento global antropogénico en los hábitos alimenticios de la paloma Columba livia.
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