Pensionista, de descojonao a acojonao.

Ayer leí eso de California y me acojoné. Que un estado de los USA suspenda pagos da que pensar. Gastan más que tienen, eso dicen y yo aquí viendo a Zapatero, con esa alegría tan propia de él repartiendo mil millones para esto, cuatro mil para aquello, diez mil para no sé qué y que el déficit se va a disparar al doble de lo permitido por la UE. Reconozco que hasta ahora, yo aquí con mi pensión, trabajándomela no dando un palo al agua las 24 horas al día y todas las de la noche, andaba descojonao viendo el fabuloso estilo de ZP para mentir y su arte para perpetrar tantos desaforados desafueros, pero me huelo muy mucho que eso se termina y que voy a mutar mi estado de ánimo de descojonao a acojonao.

Que los pensionistas dependemos de Zapatero, eso nadie lo duda. Si este hombre es un manirroto y pasa aquí como en la rica California a ver qué va a ser de nuestras pensiones. Personalmente tengo una ventaja, pues fui durante un par de años pobre de solemnidad y sé que se puede comer aunque sea con paquetes de las ONGs, pero no es mucho consuelo. Con Zapatero, pasar de la caña con gambitas plancha al arroz blanco con salchichas de a 20 céntimos el paquete es un salto cuántico que puede estar al caer si no ha caído ya para muchos.

Tampoco es consuelo que Zapatero nos diga que nuestras pensiones no corren peligro, porque yo hace mucho que no me fio de él ni un tanto así. Tal vez a algunos se les ocurra el hacer rogativas para que esto escampe, porque fiarlo todo a la habilidad de Zapatero para sacarnos de este desastre dudo que valga para algo.

El señor Trichet, un mandamás de la banca europea, recomienda que se contenga el gasto público, vamos lo mismito que yo le exijo a ZP, pero dudo que Zapatero escuche a Trichet y mucho menos que me haga caso a mí.

Sé que Zapatero hará justo lo contrario y si el déficit tiene que llegar al 10% estoy seguro que el gran derrochador y rumboso malgastador sabe cómo hacerlo.

Solo se me ocurre rezarle una sentida oración al dios laico del déficit presupuestario progresista para que ilumine a Zapatero y le guíe por el camino de la contención del déficit:

“Oh tu, gran dios del déficit presupuestario progresista, te implora un pensionista acojonao, para que con tu divina sapiencia y magnánima generosidad hagas que Don José Luis Rodríguez  Zapatero comprenda que no puede gastar lo que no tiene y mucho menos dispendiar los dineros de nosotros, tensos pensionistas, que vemos peligrar el sostén de nuestra vejez. Haz que el conocido por ZP escuche las exhortaciones del señor Trichet y se convenza que el déficit es mala cosa. Si me concedes este ruego prometo no volver a descojonarme nunca más con las alcaldadas de nuestro presidente de gobierno. ¡Salud!”