El cambio climático global calienta congelando.
Esta noche es Nochebuena, hace frío. Durante toda nuestra vida habíamos creído que el frío era frío porque cuando hace frío no hace calor, pero eso ha pasado a la historia, el dogma caliente del IPCC de la ONU permite el calor global y prohíbe el frío global. Ahora si hace calor es cosa del calentamiento global y si hace frío solo es frío local y es cosa del calentamiento global y no hay más que hablar. El diario El Mundo publica un artículo calenturiento que titula “Frío polar en un planeta cada vez más caliente”.
El acojonamiento climático se ve obligado a decir chorradas como esa de que aunque haga más frío de lo normal es cosa del calentamiento global que no cesa. Utiliza subterfugios de primero de primaria como decir que este año, con el cuarto trimestre frio de narices, es 0,3 ºC más caliente que la media de no sé qué años. Lo que no dicen es que en lo que va de década, de siglo y de milenio las temperaturas globales no suben se estancan, hay más CO2 en la atmósfera pero no nos achicharramos y si nos congelamos eso es por el calentamiento y punto y aunque fallen las previsiones del IPCC solo significa que están acertando de pleno.
Las predicciones de los modelos que han dado lugar al informe del IPCC fallan y no atinan porque no sube la temperatura como predicen, pero no pasa nada. Tenemos a unos señores que tienen los santos bemoles de pronosticar la temperatura año a año, lugar por lugar de este planeta para los próximos cien años, hacen los pronósticos en 1998 o por ahí, y resulta que sus predicciones para los 10 años que van del 1998 al 2008 fallan lastimosamente pero eso sí, debemos creer que atinarán con la temperatura que hará en la casa de mi vecino el año 2100 porque sus modelos no son muy precisos pero son de una fiabilidad absoluta.
El montaje del acojonamiento climático vía calentamiento global cada día que pasa va quedando más con el culo al aire, cada día son más y más científicos los que declaran que es falso eso de que la variabilidad del clima sea originada por el hombre y el CO2 que tira a la atmósfera. Cada día quedan más desnudas sus mentiras, pero eso sí, le echan tanta cara que ni rectifican ni piden disculpas ni se bajan del burro caliente.
En lugar de ir rebajando el catastrofismo acojonador, insisten y siguen a nivel técnico y a nivel de medios con las mismas, esto dice El Mundo:
“Los fríos anticipados, las copiosas nevadas de otoño y las fuertes tormentas de los pasados meses que han sido motivo de conversación general no alteran, sin embargo, la tendencia hacia el calentamiento que sufre el planeta y nuestro país. El año 2008 terminará con una temperatura media 0,3ºC por encima de los valores medios de las últimas tres décadas.”
La falacia es clara, si hace más frío del previsto se entiende que ese frío habrá introducido un cambio, por pequeño que sea, en la tendencia del calentamiento, vamos que la habrá hecho algo menor, pero como eso no es admisible, se dice que por más frío que tengamos no por eso dejará de hacer más calor. Acojonante.
Si los hechos se vuelven farrucos y le llevan la contraria a lo del IPCC, entonces los calentólogos acojonadores climáticos echan mano de su mejor recurso, el juego global local.
Es como el bálsamo de Fierabrás, cura todos los desaguisados que el clima hace en las predicciones del IPCC. Si resulta que la Antártida no se calienta, sino que hasta se enfría algo en 10 años y el hielo tanto marino como continental aumenta eso se explica diciendo que es un fenómeno local que no altera las previsiones globales de calentamiento.
Pero si resulta que se detecta en la península no sé cuantas de la Antártida, una zona de unos pocos miles de kilómetros cuadrados, algo así como el 1% o menos de la superficie de ese continente, un aumento de la temperatura que lleva a los biólogos marinos a decretar que la foca no se cual ha cambiado de criadero por culpa del cambio, eso sí es prueba del calentamiento global y es algo global porque lo dicen ellos por más local que sea y aunque otros científicos expliquen que ese cambio en ese lugar preciso lo produce una alteración en los vientos o en las corrientes marinas como siempre las ha habido. Fantástico.
Documentación.
El Mundo. Frío polar en un planeta cada vez más caliente
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